Espíritus engañadores, doctrina de demonios

Espíritus engañadores, doctrina de demonios

Por: DR. Félix Muñoz

"Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios. Con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia - 1 Tim 4:1-2 (RVR)". 

La palabra “Claramente” viene del griego (rëtos). La misma es un adverbio tardío, la cual sólo aquí en el N.T se menciona., es proveniente del adjetivo verbal rëtos (de la raíz reö). La referencia es al Espíritu Santo, pero no sabemos si con respecto a una profecía del A.T. (Hch. 1:16) o a algún pronunciamiento cristiano más actual (2 Ts. 2:2; 1 Cor. 14:1ss.). Esto recuerda las palabras de Jesús en Mateo 24:10-24. Esto da a entender la efectividad de las declaraciones expuestas, ya que fue el mismo Espíritu quien las pronuncio eficazmente para advertir a los creyentes.

Cuando pablo expresa “En los últimos tiempos” del griego (en husterois kairois). Al igual que en (Mt. 21:31), Habla del tiempo relativo con respecto al de la predicción, ahora haciéndose verdad (como un peligro presente). Los últimos tiempos significa «en tiempos posteriores», periodos de tiempo que vendrían después de aquel tiempo en que el apóstol estaba escribiendo. Luego afirma diciendo que “Algunos [muchos] apostatarán, tal palabra del griego (apostësontai tines). Es una palabra de uso intransitivo la cual comunica “se pondrán en pie alejados de”, lo cual es apartarse “apostatar” comunicando la idea de una persona la cual rompe toda ley, tanto divina como humana y niega con ello las verdades evidénciales establecidas (2 Co. 12:8). Tales hombre que Pablo ilustra se apartaran negando y quebrantando toda ley “de la fe” (tës pisteös), es decir “toda la escritura y de quien ella habla”. No el credo, sino la fe en Dios por medio de Cristo. Escuchando espíritus engañadores (prosechontes). En su mente tales falsedades demoniacas como en 1 Tim 3:8. A lo largo de las Escrituras, y en particular en el NT, se enseña claramente que los últimos tiempos estarán caracterizados por un apartamiento [apostasía] de la fe. En sí, la palabra “algunos” es característica de 1 Timoteo. Lo que era una minoría en 1 Timoteo parece haberse transformado en mayoría en 2 Timoteo. El hecho de que estas personas apostaten o caigan fuera de la fe significa que jamás fueron salvos, sencillamente que habían profesado ser cristianos. Conocían algunas cosas acerca del Señor Jesucristo y les habían dicho que Él era el único Salvador.

Profesaron por un tiempo ser seguidores de Él, pero luego apostataron de la fe. Difícilmente se puede leer esta sección sin pensar en el surgimiento de sectas en nuestro propio tiempo. La manera en que se han extendido estos falsos sistemas se describe aquí de manera precisa. Una gran parte de la membresía de esas sectas se compone de personas que estaban antes en iglesias pretendidamente cristianas. Quizá en un tiempo esas iglesias habían sido sanas en la fe, pero fueron derivando al evangelio social. Luego vinieron los sectarios ofreciendo un mensaje más positivo, y esos profesos cristianos fueron atrapados.

El juego de palabras inspirado por el Espíritu Santo al decir “espíritus engañadores” del griego (pneumasin planois), expresa un sentido activo (engañador). Al igual que en 2 Corintios 6:8. Probablemente hablaba Pablo de algunos paganos o los peores de los gnósticos. Los cuales exponían las “Doctrinas de demonios” originalmente (didaskaliais daimoniön). Es decir «Enseñanzas de daimons [demonios].» Una clara explicación de lo precedente visto en 1 Corintios 10:20 y versos subsiguientes. Escuchan bien dispuestos las doctrinas de demonios y sus acciones [espíritus engañados y engañadores] son impulsadas por tales mentiras. La descripción espíritus engañadores se emplea aquí en un sentido figurado para describir a los falsos maestros, en los que moran malos espíritus, y que engañan a los incautos. Doctrinas de demonios no significa doctrinas acerca de demonios, sino doctrinas inspiradas por demonios, o que tienen su origen en el mundo demoniaco.

Tales doctrinas demoniacas son esparcidas “mediante la hipocresía de mentirosos” (en hupokrisei pseudologön). De “hupokrisis”, como en Gálatas 2:13. La palabra hipocresía sugiere «llevar una máscara». ¡Qué típico es eso de los falsos sectarios! Tratan de ocultar su verdadera identidad. No quieren que la gente conozca el sistema con el que se identifican. Se disfrazan empleando términos bíblicos y cantando himnos cristianos. No sólo son hipócritas, sino que son además mentirosos. Sus enseñanzas no se ajustan a la verdad de la palabra de Dios; lo saben, y engañan a propósito a la gente. Tienen cauterizada la conciencia. Quizá en época temprana de sus vidas habían tenido una conciencia sensible, pero la han suprimido tantas veces y han pecado tanto contra la luz que ahora su conciencia se ha vuelto insensible y se ha endurecido. Ya no tienen más escrúpulos acerca de contradecir la palabra de Dios y de enseñar cosas que saben que son falsas. Son pseudologos «Una buena palabra clásica para denotar embusteros al por mayor». Tales embusteros “tienen cauterizada la conciencia” (kekaustëriasmenön tën idian suneidësen). Tal caso habla sobre los “marcados con el hierro de Satanás” (2 Ti. 2:26) como Pablo lo estaba con las marcas de Cristo (Gál. 6:17) y exponía Su doctrina verdadera, tales maestros falsos exponen la marca de su amo. 

La cauterización en los tiempos bíblicos es la acción de quemar con un hierro ardiente y marcar una propiedad. Se usaba para marcar a animales y a los esclavos para indicar su pertenencia. También se usaba el término para referirse al procedimiento usado por los médicos griegos para quemar una herida y así cicatrizarla. Así, el lugar cauterizado quedaba anestesiado o insensible ya que se mataba el tejido. Tales falsos maestros son insensibles a Dios y a Su Palabra y por ende al ser humano y sus necesidades. 

Aquí se habla claramente sobre el caracter y acciones de los falsos maestros que van a venir en los últimos tiempos (p. ej. posterior al propio tiempo del Apóstol). Notamos primero que el Espíritu es el revelador de ellos (1). El trae a la mente las enseñanzas de Jesús (cf. Mar 13:22). Pablo mismo había sido previamente conducido por el Espíritu para anticipar a los falsos maestros (cf. 2 Tes 2:1-12). Hay una conexión aquí con el himno ya citado en que la falsa enseñanza cambiaría su sustancia. Pablo conecta la enseñanza opuesta con espíritus [motivaciones] engañosas y demonios, y establece en la manera más clara posible el contraste entre el Espíritu Santo mencionado en 1 Timoteo 3:16 y 4:1 y la actividad satánica descripta luego. Lo que se dice acerca de la falsa enseñanza aquí es triple (vv. 2, 3). 

Primero, viene a través de agentes [instrumentos] hipócritas. Están propagando falsedad en lugar de verdad, aunque la sugerencia es que creen que están promocionando la verdad. Sus conciencias están tan endurecidas que ya no pueden distinguir entre cual de las dos es lo correcto. La segunda característica es la prohibición del matrimonio, y la tercera es la insistencia en la restricción de ciertos alimentos (1 Tim 4:3). Estas características eran comunes entre los grupos que exaltaban el valor de la abstinencia como un medio de salvación. La respuesta que Pablo les da es un reproche positivo a aquellos que rechazan lo que Dios ha establecido. El matrimonio es una ordenanza de Dios y los alimentos son provistos por el Creador. Los creyentes deberían recibirlos con todo agradecimiento (1 Tim 4:4). Hay una armonía con el requisito judío de que antes de comer alimento debería haber una bendición.

Cualquier enseñanza que involucra un concepto mezquino debe ser rechazado. Si la palabra de Dios y la oración en el v. 5 se refieren a dar gracias antes de las comidas, la referencia a la Palabra sería a la utilización de la Escritura en esta ocasión. Pero la alusión puede ser a la palabra creativa de Dios en Génesis Cap.1.

Este mensaje nos comunica, hacer una observancia detallada de las acciones y vida de la persona que profesa ser maestro de la Palabra por encima de sus palabras.