Por: Dr. Félix Muñoz
"Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza, y tenga dominio sobre los peces del mar, las aves
del cielo, el ganado, y en toda la tierra, y sobre todo animal que se desplaza
sobre la tierra”.
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó - Gen 1:26-27 (BMH)."
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó - Gen 1:26-27 (BMH)."
La doctrina hereje nacida en el siglo XIX, llamada "palabra de fe",
la cual es un sincretismo doctrinal de budismo, hinduismo, misticismo y un
toque de cristianismo, afirma que la fe
es un poder supremo el cual Dios debe sujetarse y, de igual forma cree en el poder mental y
verbal, dando a entender en sus bases fundamentales doctrinales que somos pequeños
dioses con poder creativo al igual que Dios. Tomando como punto de partida (Gen
1:26-27 y otros textos) descontextualizada mente. Pero, ¿en realidad tales versos expresan esa
idea?, veamos.
¿Con quién hablaba Dios? Estas son las respuestas dadas a la
pregunta: 1). Es una referencia a la Trinidad. 2). Es un diálogo con los
ángeles. Es verdad que hay una corte celestial (1 Rey. 22:19; Job 1:6; 2:1; 38:7), pero nunca los ángeles aparecen como colaboradores de la
creación. 3). Es un plural de plenitud que se explica por la plenitud que se
encierra en el plural Elohim (Dios). 4). Es un plural de majestad, muy propio
de los reyes. El problema es que tal plural no se encuentra en el hebreo del
AT. 5). Es un plural que manifiesta la pluralidad que existe en la unidad de
Dios. 6). Es un soliloquio divino. Dios habla consigo mismo.
Aunque el ser humano es creado el día sexto, junto con los
animales, es de notar que no surge igual que estos. Mientras los animales son
producidos por la tierra, por orden divina, el ser humano aparecerá como un
acto directo de la voluntad de Dios. El término “Adam” se usa aquí como un
colectivo y no como nombre propio. Esto se aprecia en el hebreo, pues en la
expresión tenga dominio el verbo está en plural, de modo que literalmente sería
“tengan dominio”.
Cuando Dios creo al hombre, lo coloco a cargo de la creación. Lo
doto de su propia imagen. Históricamente, en el mundo antiguo, se creía que una
imagen llevaba la esencia de lo que representaba. En relación a las creencias
erradas antiguas, la imagen del ídolo de una deidad (pagana), que es la misma terminología
que se emplea aquí, debía ser usada en el culto a tal deidad por el contenido
de su esencia. Más bien, se pensaba que la obra de la deidad era cumplida
mediante el ídolo. De manera similar, se consideraba que la obra del gobierno
de Dios había de ser cumplida por los seres humanos. Pero eso no es todo lo que
hay en la imagen de Dios. En relación a la creencia pagana antigua, es importante
observar que los exponentes de tal herejía (Palabra de fe) expresan en sus
afirmaciones tal pensar de igual forma, "somos pequeños dioses".
Cuando Dios expresa "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza" lo hace desde el
mismo principio de distinción y preeminencia del hombre sobre las criaturas de
la tierra, no como una igualdad de carácter o soberanía como la de Él. El plural
[Hagamos] fue considerado casi unánimemente
por los primeros teólogos como un indicativo de la Trinidad. La afirmación
hecha anteriormente, comunica que el hombre tiene, capacidades intelectual,
comunicativa, moral, y creativa. No
proyecta la idea de esencia idéntica al de su creador como una co-igualdad con
El. En si la Palabra "Imagen" viene del hebreo "tselem" y
significa: "hacer una sombra, tener un parecido" esto comunica la
idea de "una figura representativa". Para que el hombre pudiese ser
quien administrara el orden en la tierra sobre la creación debía tener las
facultades antes mencionadas "capacidades intelectual, comunicativa,
moral, y creativa" para que se hiciera como Dios deseaba, en orden.
La
Palabra "semejanza" del hebreo "demut" significa: "un
parecido, modelo" comunica: "un aspecto o forma parecido a su autor".
Al ver tal análisis léxico sintáctico, desmiente la idea presentada por la herejía
"Palabra de fe" que somos pequeños dioses, en co-igualdad a Dios aquí
en la tierra. No solo toman el verso de Génesis para tales afirmaciones
herejes, sino también (Sal 82:6, Jn 10:34-35), en los cuales dicen
"dioses" en si tales textos como otros del AT comunican la idea de
los reyes, magistrados, jueces, gobernantes y portavoces (profetas) de la
Palabra de Dios, no es como tales exponentes herejes afirman, "somos
dioses, porque así Dios lo declaro".
Si exponemos exegéticamente el contenido del texto podemos ver que
llegando ahora a la última etapa en el progreso de la creación, dijo Dios: Hagamos al hombre—palabras
que muestran la peculiar importancia de la obra que estaba por hacerse, la
formación de una criatura, que había de ser el representante de Dios, investida
de autoridad y dominio como visible cabeza y monarca del mundo a nuestra
imagen, conforme a nuestra semejanza—Esta es una distinción peculiar, cuyo valor aparece en el hecho
de que las palabras se repiten dos veces. Y ¿en qué consistía esta imagen de
Dios?—no en la forma recta o vertical o en las facciones del hombre, no en su
inteligencia, porque a este respecto el diablo y los ángeles son muy
superiores; no en su inmortalidad, porque no tiene, como Dios, una eternidad
pasada como una futura, sino en las disposiciones morales de su alma,
comúnmente llamadas justicia original (Ecle
7:29).
Como la nueva criatura no es sino una restauración de esta imagen, la
historia de la una arroja luz sobre la otra; y se nos informa que es renovada
según la imagen de Dios en conocimiento, justicia y verdadera santidad (Efe
4:24; Col 3:10). El hombre siempre ha querido tomar la posición divina inyectada
por el diablo (Gen 3:5 - serán como Dios), el
cual siempre la deseo (Is 14:12-14 - Subiré sobre las alturas de las nubes y seré semejante al Altísimo). Con esto podemos concluir que tal doctrina es una totalmente diabólica
y sin ningún contenido divino, porque el lugar de Dios es único.
"Reconoce, pues, hoy y considera en tu corazón que el SEÑOR es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra, y no hay otro - Deut 4:39 (BMH)".
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