Desmintiendo la
teología de la prosperidad moderna
Por: Dr. Félix Muñoz
"Amado, mi oración es
que seas prosperado en todas las cosas y que tengas salud, así como prospera tu
alma - 3 Jn 1:2 (BMH)".
Parecería haber un buen
cimiento en esta carta para una nueva teología de la prosperidad (v. 2). Entre
los judíos, la prosperidad era sinónimo de riqueza, y esta fue vista como
resultado del favor de Dios (Sal. 112:1-3), pero también se advertía contra los
peligros de una acumulación ilimitada de bienes (Deut. 17:17; Prov. 28:20). En esta carta, el
Apóstol nos presenta un concepto de prosperidad más amplio, pues no se limita a
la posesión de riquezas sino que lo extiende a la posesión de una buena salud.
Sin embargo, llama la atención que el Apóstol desee la prosperidad material y
física tomando como parámetro la prosperidad que Gayo experimentaba en su alma.
La prosperidad no comienza
afuera y termina dentro de lo más íntimo del ser humano, porque lo más probable
es que, cuando llegue al centro de las decisiones humanas, no se encuentre
mucho valor moral o deseo de obedecer a Dios para manejar con sabiduría ese
estado de prosperidad. Por el contrario, cuando comenzamos a prosperar
interiormente, ajustando nuestra voluntad a la de Dios, tendremos capacidad de controlar
desde allí el estado de prosperidad en que podamos encontrarnos, además de
saber vivir cuando esa prosperidad física o material haya pasado y estemos
viviendo tiempos de escasez.
Urge una presentación de la
prosperidad que no se limite a la posesión de bienes materiales, que no
establezca una relación de causa-efecto entre la prosperidad del alma y la
prosperidad física y material porque, como se nota en esta carta, no parece
haberse cumplido esa relación, pues Gayo probablemente padecía algunos problemas
de salud.
Según el (v.2) la expresión
"seas prosperado" literalmente significa “que tengas un buen viaje”.
En Romanos 1:10 se expresa en este
mismo sentido. Aparece sólo tres veces en el NT. El anhelo del Apóstol no se
limita a la prosperidad material, sino a que Gayo tenga una buena vida.
En el
NT, el término salud se usa tanto en el sentido físico como moral. Usado de
esta manera se encuentra únicamente aquí y en Lucas 5:31; 7:10; 15:27. Pablo lo utiliza para
referirse a la fe y a la doctrina (1 Tim. 1:10; 6:3; 2 Tim. 1:13; Tito 2:2). Entonces cuando Juan le
dice a Gayo que sea prosperado es "Que te mantengas en una convicción
clara en la sana doctrina". Por ello sigue en el (v.4) la expresión que su
gozo es que aquellos que vinieron a la verdad permanezcan en ella.
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