Guías ciegos, doctrinas inmorales
Por: Dr. Félix Muñoz
"¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito pero tragan el
camello! - Mt 23:24 (BMH)".
¿Qué quiso decir Jesucristo con tales afirmaciones? Históricamente,
los fariseos filtraban sus bebidas usando una tela delgada para asegurarse de
no tragar inadvertidamente un mosquito, el más pequeño de los animales inmundos
(Lev. 11:23); mientras que el camello era el más grande de los animales
impuros (Lev. 11:4).
Por medio de la ironía, Jesús condena el ciego afán farisaico por enfocarse en
minucias, dejando fuera los principios morales de la ley (Miq. 6:8).
La ironía además revela su sentido del humor.
En relación al Fariseísmo, su origen histórico se remonta al
periodo intertestamentario, al menos, aunque no se puede precisar con exactitud
desde cuándo. Había gran cantidad de fariseos, al menos tres mil fariseos en
Jerusalén en el tiempo de Jesús. Su nombre significa separado, pues no se
juntaban con los demás, y por ello consideraban como prójimo solo a otro
fariseo. Eran muy radicales en sus costumbres y tradiciones. Este sectarismo
les llevó a despreciar a otros grupos como los gentiles, publicanos y hasta a
las mujeres (Luc. 18:10,11).
De hecho su oración frecuente era agradecer a Dios por no haberlos hecho parte de esos grupos. Crearon y trascendieron tradiciones que no estaban contempladas en la ley. Ayunaban dos veces a la semana (Luc. 18:12), cuando el AT determinaba que solo era preciso hacerlo una vez al año y en el Día de Expiación. Seguían sus tradiciones discriminatorias al pie de la letra y por ello se autoconsideraban justos (Luc. 18:9), aunque había un segmento de fariseos realmente piadosos como el propio Nicodemo, a quien Juan menciona al menos tres veces en su relato (Juan 3:1 ss.; 7:50 ss.; 19:39 ss.).
De hecho su oración frecuente era agradecer a Dios por no haberlos hecho parte de esos grupos. Crearon y trascendieron tradiciones que no estaban contempladas en la ley. Ayunaban dos veces a la semana (Luc. 18:12), cuando el AT determinaba que solo era preciso hacerlo una vez al año y en el Día de Expiación. Seguían sus tradiciones discriminatorias al pie de la letra y por ello se autoconsideraban justos (Luc. 18:9), aunque había un segmento de fariseos realmente piadosos como el propio Nicodemo, a quien Juan menciona al menos tres veces en su relato (Juan 3:1 ss.; 7:50 ss.; 19:39 ss.).
Muchos escribas eran a la vez también fariseos, aunque no
todos los fariseos eran escribas. Los escribas venían de una tradición
académica, social y religiosa muy antigua; ser escriba no era malo en sí mismo.
Por ejemplo uno de los más prominentes escribas del pueblo hebreo fue Esdras,
él era un sacerdote, erudito en la Ley y escriba (Esd. 7 y Neh. 8).
Sin embargo, a juzgar por Esdras 7:10, su perfil caracterológico y ministerial era muy distinto
al de los escribas del tiempo de Jesús. Esdras fue un escriba que humillaba su
corazón delante de Dios, investigaba diligentemente las Escrituras, las
aplicaba primero a su vida y finalmente las enseñaba al pueblo. Pero este no
era el patrón conductual de los escribas y fariseos del tiempo de Jesús, por
ello el Señor los descalificó fuertemente llamándoles hipócritas (Mat. 23:13-29).
Al hacer su respectivo análisis léxico sintáctico, al Cristo
utilizar las palabras "Coláis el mosquito “del griego (diulizontes ton könöpa). Significa
"Filtrando a través". "Os
tragáis el camello" de (tën de kamëlon katapinontes) comunica "engullendo
el camello con enormes tragaderas". Con esto Jesús usa una hipérbole
oriental como la de (Mt 19:24.) Tanto los insectos como los camellos eran
ceremonialmente impuros (Lv. 11:4, 20, 23, 42). En su concepto «El que mata una
pulga en sábado es tan culpable como si matara un camello».
Empleando una figura de lenguaje insuperada por su
expresividad, Jesús los describió colando el mosquito y tragando un camello. El mosquito era un diminuto insecto que a menudo caía en
una copa de vino dulce, y que era colado sorbiendo el vino a través de los
dientes. ¡Qué ridiculez cuidarse tanto de lo insignificante, y luego tragarse
el animal inmundo más grande de Palestina! Los fariseos estaban infinitamente preocupados
por las minucias, pero burdamente ciegos a enormes pecados, como la hipocresía,
falta de honradez, crueldad y codicia. Habían perdido el
sentido de la proporción.
Por esta razón hace la siguiente declaración: "¡Ay de
ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque son semejantes a sepulcros
blanqueados que, a la verdad, se muestran hermosos por fuera; pero por dentro
están llenos de huesos de muertos y de toda impureza. Así también ustedes, a la
verdad, por fuera se muestran justos a los hombres; pero por dentro están
llenos de hipocresía e iniquidad - Mt 23:27-28 (BMH)."
Cuando expone tal afirmación, "Sepulcros blanqueados"
del griego (taphois kekoniamenois). El
participio pasivo perfecto se deriva de "koniaö",
y éste de "konia", que
significa "polvo o limo". En si comunica "Blanqueados con limo
pulverizado", los sepulcros de los pobres en los campos o a la vera de los
caminos. No las tumbas cavadas en las rocas, en el caso de los ricos. Estas
últimas eran encaladas un mes antes de la pascua para que los viajeros las
vieran y así evitaran quedar contaminados al tocarlas (Nm. 19:16). En Hechos
23:3 Pablo llamó pared blanqueada al sumo sacerdote. Cuando Jesús hablaba de
los sepulcros los tales habían sido recién encalados. En la actualidad hablamos
de blanquear algo que moralmente es malo.
Una vez al año, los judíos pintaban de blanco las tumbas
para hacerlas visibles para que los demás no contrajeran la suciedad ceremonial
al tocar o caminar sobre ellos. Esto comunica "cubrir lo incorrecto" Este
es un golpe contra el externalismo. La diferencia es que en la exposición
anterior (Mt 23:24) ataca la ocultación de la avaricia, mientras que aquí
condena el ocultamiento la hipocresía e
iniquidad. Jesús asemejó los
escribas y fariseos a "sepulcros blanqueados",
que parecían limpios por fuera, pero que estaban llenos de corrupción por
dentro. Los hombres creían que el contacto con estos guías religiosos sería
santificador, pero en realidad era una experiencia contaminante, porque estaban
llenos de hipocresía y de iniquidad. En si lo que Cristo quiso expresar es
"Ciegos, están tan mal que quieren guiar a otros a la hipocresía, maldad e
inmoralidad". Ese es el efecto malvado de la falsas doctrina.
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