Las religiones de misterio
El mundo antiguo dio el nombre de musteria u orgia a ciertos cultos secretos. Estas “religiones de misterio” existieron en todo el mundo antiguo desde el siglo séptimo a. C. hasta el siglo cuarto d. C. Las creencias son muy diversas, de acuerdo a cada grupo; por lo que es casi imposible hablar de una teología homogénea. De algunas de ellas sabemos, por noticias de terceros, que era común el voto de silencio, es decir el compromiso de comunicar a otros acerca de sus principios. Las investigaciones siguen y en esa medida algunos datos han cambiado. Se ha encontrado que varias de estas religiones de misterio evolucionaron mucho luego del año 100 d. C., con una alta probabilidad de haber sido alimentadas por creencias cristianas.
A finales del siglo diecinueve y hasta mediados del siglo veinte se desarrolló el movimiento “Historia de las religiones”, que afirmaba que el cristianismo es una combinación del culto hebreo a YHWH y de las religiones de misterio de la época del apóstol Pablo. Hoy se ha llegado a la conclusión de que existen muchos paralelos entre el cristianismo y estas religiones pero que no se puede hablar de dependencia, y menos aún de que estas son una fuente para el cristianismo.
Estos sistemas religiosos giraban alrededor del ciclo anual de las cosechas, con mitos acerca de la “muerte” y “resurrección” de los dioses o diosas. Tenían ceremonias religiosas secretas y ritos de iniciación que buscaban separar a sus miembros del mundo exterior. Los mitos de cada religión de misterio provocaban una experiencia mística subjetiva, lo que les llevaba a pensar que habían tenido una unión con su dios. Esta experiencia religiosa personal no era ofrecida por las religiones del panteón grecorromano ni el culto al emperador.
El cristianismo está fundamentado en acontecimientos reales y certificados por muchos testigos, no está fundamentado en mitos. Una diferencia radical con las religiones de misterio es que la muerte y la resurrección de Jesús tienen un valor redentor, cosa que no sucedía con ellas. Mientras las religiones de misterio eran tolerantes y podían ser sincréticas, el cristianismo exige una fidelidad exclusiva a Dios, de allí que la acción misionera es vital.
Pablo usó el término misterio para referirse a un hecho anunciado en el AT y que tiene su cumplimiento en Cristo, lo cual está revelado; es decir, a la vista de todos. Posiblemente, el Apóstol usó el término para comunicar a los gentiles la verdad sobre la muerte y resurrección de Jesucristo con un término que para ellos les era familiar (Col. Cap. 3).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.