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23 jul 2014

¿Por qué permite Dios la maldad?


¿Por qué permite Dios la maldad?



Ciertamente la maldad y el sufrimiento son una realidad que se expresa en la crueldad del hombre contra el hombre, manifestada en guerras, crímenes, robos, celos, codicias, etc.

¿Es Dios responsable por estas cosas? La Biblia enseña que en el principio esto no era así (Gén. 1:31). No fue sino hasta que nuestros primeros padres, Adán y Eva, optaron por rebelarse contra Dios que la naturaleza, el mundo animal y el hombre sufrieron el drástico cambio que introdujo la maldad y el sufrimiento en la creación (Gén. 2:16-17; 3:6, 14-24).


Algunos preguntan: ¿”Pudo Dios haber creado seres que nunca se rebelaran y sólo hicieran el bien? La respuesta es sí, pero estos seres hubieran sido robots programados, posiblemente esclavos sin libertad de elegir entre lo bueno y lo malo. ¿Por qué Dios puso el hombre a prueba? (Gén. 2:16-17), preguntan otros. Respuesta: Era necesario que el hombre pudiera expresar su libertad moral. No tiene sentido darle al hombre libre albedrío sin darle la oportunidad de ejercerlo. Otra vez, terminaríamos como autómatas o esclavos.


Algunos hasta han llegado a decir que Dios creó al hombre en la condición de pecador. Esto haría a Dios el autor del pecado, lo cual es ilógico, ya que el pecado es el resultado de la rebelión contra Dios. Es obvio que Dios no puede rebelarse contra él mismo.

¿Sabía Dios que sus criaturas iban a rebelarse? Absolutamente sí. Él es omnisciente (todo lo conoce). En su soberanía, Dios ha elegido trazar un plan para este universo en el cual la maldad y el sufrimiento tienen su participación. No nos ha revelado todas las razones para ello, pero una por lo menos es clara: el mostrar la gloria de su gracia, no sólo como creador absoluto, sino también como redentor (cf. 2 Cor. 12:9-10).

¿Por qué Dios no elimina el mal de una vez por todas? Esta pregunta que tanta gente hace debe ser contestada con otro interrogante. Pregúntele al individuo: “¿Cuánta maldad quiere usted que Dios elimine, toda o cierta cantidad solamente?” La respuesta lógica debe ser “toda”, de lo contrario la gente seguiría preguntándose ¿por qué Dios no erradica el mal?

La implicación aquí es que si Dios impidiera que se cometa un asesinato, un robo, que se diga una mentira o se declare una guerra, también debería impedir a todos los hombres tener pensamientos impuros. Esto significa que seríamos autómatas, no tendríamos libre albedrío, porque Dios nos dictaría qué pensar. Una vez alguien planteó humorísticamente que si Dios decidiera eliminar la maldad de este mundo repentinamente, todos los seres humanos nos evaporaríamos en un instante. Esto es consistente con Eclesiastés 7:20: “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque”. Véase también Romanos 3:23 y 1 Reyes 8:46.

La verdad es que el mal existe porque nosotros mismos somos los causantes del mismo, así como también es verdad que Dios lo permite y lo mantiene bajo control. Dios es soberano, tiene el derecho y el poder de permitir el mal para lograr su propósito definitivo para los que creen en él. ¿Cómo puede ser esto? Sencillo, mire hacia la cruz. La maldad de los hombres fue la que crucificó a Cristo, pero Dios, en su infinita sabiduría, usó este mal para generar el bien. En la cruz fue donde Jesús llevó nuestros pecados (1 Pe. 2:24), y es en la cruz donde hallamos el perdón para nuestros pecados.

¿Por qué Dios no elimina el mal? Esto es precisamente lo que Jesucristo hará en su segunda venida y en el tiempo de Dios. Es por ello que el apóstol Juan puede escribir que en aquel día ya “no habrá más muerte, ni habrá llanto, ni clamas, ni dolor” (Ap.21:4).





















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Fuente: CIR (Centro de investigación Religioso) - Pablo Santomauro



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Me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos - Jud 1:3 (RVR).

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