¿Cuales responsabilidades espera Dios de un pastor además de preparar sermones y predicarlos?
La respuesta a la pregunta está en el título usado – pastor. Ese título esta lleno de mucho significado y da las responsabilidades importantes de un ministro.
Una de las metáforas favoritas de Jesús para el liderazgo espiritual, uno que Él uso seguido para describirse a si mismo, fue de un pastor – una persona que cuida del rebaño de Dios. Un pastor guía, alimenta, cuida, conforta, corrige y protege – responsabilidades que le pertenecen a cada líder de la iglesia. De hecho, la palabra pastor significa pastor de rebaño.
Pedro escribió estas palabras a los líderes quienes hubieran sido familiarizados con ovejas y el pastoreado:
Por tanto, a los ancianos entre vosotros, exhorto yo, anciano como ellos y testigo de los padecimientos de Cristo, y también participante de la gloria que ha de ser revelada: pastoread el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él, no por obligación, sino voluntariamente, como quiere Dios; no por la avaricia del dinero, sino con sincero deseo; tampoco como teniendo señorío sobre los que os han sido confiados, sino demostrando ser ejemplos del rebaño. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, recibiréis la corona inmarcesible de gloria (1 Pedro 5:1-4).
Para dar un cuadro más complete del role de tu pastor, aquí está una mirada hacia la naturaleza de las ovejas, el trabajo de los pastores, y como se comparan al role de un pastor en la iglesia. Note los principios del liderazgo de la iglesia que contiene – ellas determinan lo que llena el horario de su pastor.
Pastores como rescatadores
Una oveja puede estar completamente perdida dentro de pocas millas de su hogar. Con ningún sentido de dirección ni instinto para buscar el rebaño, la oveja perdida usualmente camina en pura confusión, disturbo, y hasta pánico. Necesita un pastor para guiarlo hacia su hogar.
Entonces cuando Jesús vio las multitudes, perdidas, desorientadas espirituales, y confundidas, Él las comparó a ovejas sin pastor (Mateo 9:36). El profeta Isaías describió a las personas perdidas como aquellas quienes, sin pastor, se han descarriado – cada cual por su camino (Isaías 53:6).
Como ovejas perdidas, personas perdidas necesitan un rescatador – un pastor – para guiarlos a la seguridad del rebaño. Un pastor hace eso por medio de apuntar a los perdidos hacia Jesús, el Buen Pastor que da su vida por las ovejas (Juan 10:11).
Pastores son alimentadores
Las ovejas pasan casi toda su vida comiendo y bebiendo, pero son indiscriminadas con su dieta. No conocen la diferencia entre pastos malos de las buenos. Así que el pastor debe muy cuidadosamente guardar su dieta y proveerles con pastos ricos de nutrientes.
En Su encuentro con él descrito en Juan 21, Jesús le mostró a Pedro la importancia de alimentar a las ovejas. Dos veces en su mandato a Pedro, Jesús usó el término griego bosko, que significa “yo alimento” (vv.15, 17).
La meta de un pastor no es de agradar a las ovejas, pero de alimentarlas – no ha cosquillar sus oídos, pero a nutrir sus almas. Él no debe ofrecerles aperitivos ligeros de leche espiritual, pero carne substantiva de verdad bíblica. Aquellos que fallan en alimentar el rebaño no son dignos de ser pastores (cp. Jeremías 23:1-4; Ezequiel 34:2-10).
Pastores son líderes
Pedro desafió a sus líderes a “pastorear el rebaño de Dios entre vosotros, velando por él” (1 Pedro 5:2). Dios les dio autoridad y responsabilidad de guiar al rebaño. Pastores son responsables por como guían, y el rebaño por como siguen (Hebreos 13:17).
Además de enseñar, el pastor debe ejercitar la supervisión del rebaño por con ejemplo de su vida. Ser un pastor requiere estar en medio de sus ovejas. No es lo mismo el liderazgo desde arriba como el liderazgo desde adentro. Un pastor eficaz no tiende a sus ovejas desde a tras pero los guía desde enfrente. Lo ven e imitan sus acciones.
La posesión más importante del liderazgo espiritual es el poder de una vida ejemplar. Primera Timoteo 4:16 instruye a un líder de iglesia a tener “cuidado de ti mismo y de la enseñanza; persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan”.
Pastores son protectores
Las Ovejas son casi completamente indefensas – no pueden patear, arañar, morder, brincar, o correr. Cuando son atacadas por un depredador, se arriman unas con otras en vez de correr hacia otro lugar. Eso las hace presa fácil. Las Ovejas necesitan un pastor que las proteja para poder sobrevivir.
Los Cristianos necesitan protección similar del error y de aquellos que la difunden. Los Pastores guardan sus ovejas espirituales de descarriarse y las defiende contra lobos salvajes que las devorarían. Pablo exhorta a los pastores en Efeso a permanecer alertos y a proteger a sus iglesias bajo su cuidado:
Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual él compró con su propia sangre. Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre vosotros que no perdonarán el rebaño, y que de entre vosotros mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos (Hechos 20:28-30).
Pastores son consoladores
Las Ovejas faltan el instinto de auto-preservación. Son tan humildes y mansas que si las maltratas, sus espíritus son muy fácilmente destrosadas y pueden simplemente darse y morir. El pastor debe conocer los temperamentos de cada oveja individual y tener cuidado de no infligirles estrés. De acuerdo, un pastor fiel ajusta su consejo a la necesidad de cada persona a quien ministra. Él debe “[amonestar] a los indisciplinados, [animar] a los desalentados, [sostener] a los débiles y [ser] pacientes con todos” (1 Tesalonicenses 5:14).
El buen pastor y los pastores bajo él
Jesús es el ejemplo perfecto de un pastor amoroso. Él representa todo lo que debe ser un líder espiritual. Pedro lo llamó el “Príncipe de los pastores” (1 Pedro 5:4). Él es nuestro gran Rescatador, Líder, Guardia, Protector, y Consolador.
Los Líderes de la iglesia son pastores bajo el pastor quienes guardan el rebaño bajo la mira del Príncipe de los pastores (Hechos 20:28). Ellos tienen una responsabilidad de tiempo completo porque ellos ministran a personas quienes, como las ovejas, son vulnerables, indefensas, propensas a errar, y sin discernimiento.
Pastorear el rebaño de Dios es un trabajo enorme, pero para pastores fieles le trae una gran recompensa de una corona de gloria, que se les dará por el Príncipe de pastores mismo el día de su venida (1 Pedro 5:4).
Si el pastor está cumpliendo fielmente sus deberes requeridas por su trabajo, se debe seguir esta amonestación de la Escritura:
Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. Permitidles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para vosotros (Hebreos 13:17).
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