El error de la ignorancia
Por: Dr. Félix Muñoz
“El error de ustedes es que no conocen las Escrituras ni el poder de Dios
– Mt 22:29 (RVC)”.
Se usa este texto para argumentar bíblica y en evidencia contra la afirmación
expuesta por uno de los proponentes del movimiento hereje palabra de fe (Palabra de fe).
Para comprender el texto correctamente, debemos analizar adecuadamente su contexto inmediato, para que sea arrojada luz sobre nuestro entendimiento por Su Espíritu. Los saduceos eran los teólogos liberales de aquel tiempo, y negaban la resurrección del cuerpo, la existencia de ángeles, y los milagros.
De hecho, sus negaciones eran más numerosas que sus afirmaciones. Un grupo de ellos se acercaron a Jesús con una historia inventada para ridiculizar la idea de la resurrección. Le recordaron la ley del matrimonio de levirato (Dt. 25:5). Bajo aquella ley, si un israelita moría sin dejar hijos, su hermano debía casarse con la viuda para preservar el nombre de la familia en Israel y guardar la heredad dentro de la familia.
El
enigma propuesto tenía que ver con una mujer que había perdido a su marido. El
segundo hermano murió, por lo que se casó con el tercero, y así, hasta casarse con
todos siete. Finalmente, murió también la mujer. Luego venía la
pregunta, con la intención de humillar a Aquel que es la Resurrección (Jn.
11:25): En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será ella
mujer, ya que todos la tuvieron?
Básicamente,
argüían ellos que la idea de la resurrección presentaba dificultades insuperables,
y que por ello mismo no era razonable, y por tanto que no era cierta. Jesús les
contestó que la dificultad no residía en la doctrina, sino en sus mentes: eran
ignorantes de las Escrituras y del poder de Dios.
En primer lugar,
ignoraban las Escrituras. La Biblia nunca dice que la relación matrimonial
vaya a proseguir en el cielo. Aunque los hombres serán reconocibles como hombres,
y las mujeres como mujeres, todos serán como ángeles en el sentido de que nunca
se casan ni se dan en casamiento.
En segundo lugar,
ignoraban el poder de Dios. Si Él podía crear hombres del polvo, ¿no
podría levantar con la misma facilidad del polvo los cuerpos de aquellos que
habían muerto y transformarlos en cuerpos de gloria?
Luego
el Señor Jesús sacó un argumento de la Escritura para mostrar que la resurrección
es una necesidad absoluta. En Éxodo 3:6 Dios se designó a Sí mismo como el
Dios de Abraham,…
Isaac, y… Jacob. Pero, como lo dice Jesús, Dios no es un Dios de muertos,
sino de vivos. Dios hizo pactos con estos hombres, mas ellos murieron antes
de que los pactos quedasen totalmente cumplidos (Heb 11:13). ¿Cómo puede Dios
referirse a Sí mismo como el Dios de tres hombres cuyos cuerpos están en el
sepulcro? ¿Cómo podrá cumplir Sus promesas a aquellos ya muertos Aquel que no
puede fallar en mantenerlas? Sólo hay una respuesta: la resurrección. No es
sorprendente que la gente, al oír esto, se admiraba de su doctrina.
¡Nosotros también la hallamos admirable!
Al
observar esto, podemos entender que mediante la Palabra de Dios (Las
Escrituras/Biblia) es la base de la verdadera fe, por ello en Hebreos Cap. 11
se hace mención de los hombres de fe, los cuales “Por la fe, todos ellos murieron sin haber recibido lo que se
les había prometido – Heb 11:13” Todos ellos descansaron en
las promesas dadas por Dios tocante al Mesías en conformidad a Su Palabra. Hay
sin número de falsos predicadores/maestros los cuales argumentan que la fe o
creer en Dios es lo importante y no empaparse en el conocimiento de la Palabra,
entonces, con tal afirmación dan a entender que la exposición de Cristo tocante
a la ignorancia de Dios y Su poder por desconocer las Escrituras es una falacia
o un cuento de hadas. Los Bereanos dieron buen ejemplo de ello, que la Palabra
de Dios es el fundamento de la verdadera fe (Hch 17:10-11). Y no un concepto o filosofía
sobre Dios, sino más bien lo que El mismo expreso.
Todo
creyente tiene la responsabilidad de estudiar adecuadamente la Palabra de Dios
en su contexto para una sana interpretación dirigida por el Espíritu, el cual
la inspiro, Dios nunca llevara a un creyente fuera de lo que El mismo estableció,
por ende, Dios mismo siempre tornara al creyente a Su propia Palabra, para que conozca Su
voluntad y quien es El. La fe, no está basada en conceptos personales, sino más
bien en lo que Dios desea, y para ello está la Biblia, y decir que Dios no
desea que el creyente tenga conocimiento sino que solo crea, es invalidar el
poder de Dios el cual se manifiesta en conformidad a Su propia Palabra.
Concluimos con esto, el magno error esta en ignorar Su Palabra, por lo cual auomaticamente se esta ajeno de Su poder y gloria, ya que la Palabra escrita revela la Palabra viviente (Cristo), y si no se conoce la Palabra escrita (Biblia), mucho menos a Jesucristo, y no hay poder fuera de El y mucho menos fe que valga.
Concluimos con esto, el magno error esta en ignorar Su Palabra, por lo cual auomaticamente se esta ajeno de Su poder y gloria, ya que la Palabra escrita revela la Palabra viviente (Cristo), y si no se conoce la Palabra escrita (Biblia), mucho menos a Jesucristo, y no hay poder fuera de El y mucho menos fe que valga.
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