Los cristadelfianos (del griego Christou Adelphoi: Hermanos en Cristo), constituyen una denominación, no Trinitaria, que se desarrolló en el Reino Unido y América del Norte en el siglo XIX. A pesar que no existe un censo oficial y no se han publicado cantidades, la "Columbia Encyclopedia" proporciona un estimado de 50,000 cristadelfianos en 120 países alrededor del mundo, junto con miembros aislados. Se cuenta con algunas estadísticas que muestran como principales congregaciones a las existentes en: Reino Unido (18,000), Australia (9,987), Malaui (7,000), Mozambique (5,300), Estados Unidos (6,500), Canadá (3,375), Nueva Zelanda (1,782), Kenia (1,700), India (1,300) and Tanzania (1,000). Muchas otras comunidades pequeñas existen diseminadas en Europa, Asia y en América Latina donde el grupo más numeroso se encuentra localizado en Centro América.
Los cristadelfianos afirman basar sus creencias enteramente en la Biblia y no aceptan otros textos como inspirados por Dios. Acreditan que Dios es el creador de todas las cosas y el Padre de los creyentes. Dios y Jesucristo no son un solo ser, sino dos diferentes. Entienden que el Espíritu Santo no es una persona, pero lo consideran el poder de Dios utilizado en la creación y para dirigir a las personas a la salvación. Este fue concedido a los creyentes para propósitos específicos en algún tiempo de la historia de la iglesia no solo en el Nuevo testamento sino a través de toda la historia de la nación de Israel. Por lo tanto, su accionar mediante los "dones espirituales" ha cesado.
Creen que las personas se separaron de Dios por causa de sus pecados, pero se pueden reconciliar con Él convirtiéndose en discípulos de Cristo. No creen que lo que salva es la muerte física de Cristo sino siguiendo su ejemplo, las personas no son salvas por el simple hecho de que Cristo murió por los pecados de ellas sino porque ellas "mueren con Cristo" diariamente al pecado dentro de su humanidad. Creen que una fe sin obras es una fe muerta y no salva, pero se trata de una fe basada en el razonamiento lógico de las escrituras, la salvación según ellos no se obtiene simplemente aceptando una doctrina sino bajo el conocimiento de lo que realmente Dios quiere de sus hijos.
Los cristadelfianos rechazan cierto número de doctrinas aceptadas por muchos otros cristianos, siendo necesario notar:
- La inmortalidad del alma
- El trinitarismo
- Un reino de Dios en el cielo, ya que según ellos la tierra será transformada donde los justos vivirán para siempre.
- Un infierno de fuego, el castigo por el pecado para ellos es la muerte eterna
- La preexistencia de Jesucristo
- El bautismo infantil
- La persona del Espíritu Santo y la posesión presente de los dones del Espíritu Santo entre otros.
Algo que los hace únicos entre el resto de grupos cristianos es el hecho de que creen que las palabras satán y diablo son palabras comunes usadas en los idiomas bíblicos que significan adversario y calumniador y que su significado depende del contexto pero que nunca son títulos personales o nombres de ningún ángel caído, puesto que nunca existió ninguna rebelión del mal en los cielos como lo cree el resto de las denominaciones cristianas, para los cristadelfianos los ángeles debido a su naturaleza espiritual son perfectos y no pueden pecar. También explican que en el nuevo testamento bajo estas expresiones se personifica en la mayor parte del texto a la tendencia natural a pecar dentro de cada ser humano en oposición a Dios. Según los cristadelfianos, estos términos en el Antiguo testamento se utilizan para referirse a personas, sistemas políticos o individuales específicos en oposición o conflicto.
El matrimonio y la familia son muy importantes. Las relaciones sexuales se limitan al matrimonio heterosexual idealmente entre creyentes bautizados dentro de la misma denominación, los hijos deben educarse de tal manera que sean personas útiles a Dios y a la sociedad. los cristadelfianos no participan en la policía y el ejército y son muy cuidadosos para escoger sus empleos ya que estos no deben ir en contra de sus principios. Ellos creen que la única forma de obtener la salvación, es conociendo el evangelio original predicado por la Iglesia del primer siglo y viviendo una conducta basada en ese conocimiento.
Los cristadelfianos dan un especial valor al texto Hebreo del Antiguo Testamento y al Texto Griego del Nuevo. Son lectores críticos de la escritura y celosos de que la interpretación sea apegada al sentido original tomando en cuenta el tiempo y espacio en que se escribió, no basado en prejuicios, análisis superficiales o sensacionalistas sino con suficiente evidencia contextual y documentada.
Las creencias características de los Cristadelfianos se originaron a partir de la reforma radical del siglo 16, en particular los socinianos, y en el antitrinitarianismo inglés del 17 siglo, por ejemplo John Biddle.
Alrededor del año 1830 surgieron en los Estados Unidos unas personas religiosas que creían en la interpretación literal de las Santas Escrituras, excepto donde el contexto muestra que se trata de un símbolo o expresión figurada, y en el cumplimiento literal de las promesas reveladas en ellas "las promesas hechas a Abraham" "el pacto de Dios hecho con David", que formaban la base de sus creencias, principios y convicciones religiosas.
Entre las cosas más prominentes que creían y enseñaban están la segunda venida de Cristo y el establecimiento del reino de Dios en la tierra donde vivirán todos los justos incluyendo aquellos que murieron antes de Cristo pero que creyeron y vivieron el evangelio "de la esperanza de Israel" fundamentado en las promesas judías citadas anteriormente.
Se les conocía como cristadelfianos. "Cristadelfiano" es la castellanización de dos palabras griegas, y significa "hermano en Cristo".
La historia de estas personas en los Estados Unidos empieza en 1832 con el Dr. John Thomas a quien se le puede llamar el primer cristadelfiano que junto a otro grupo muy reducido de personas iniciaron un estudio y una revisión profunda de las creencias a ese momento.
El doctor empezó sus estudios de las Escrituras con ahínco, y pronto entró en contacto con muchos líderes y maestros religiosos, entre los cuales estaban Walter Scott (1796-1861) y Alexander Campbell incluso entró en el 'campbelismo', sin conocimiento alguno de la Verdad y sin siquiera saber lo que representaba el campbelismo.
Por medio de su incansable labores y estudio de la Biblia, Thomas sacó gradualmente a la luz un conjunto de enseñanzas basadas en el análisis exhaustivo y la revisión de las diferentes creencias religiosas contra el texto bíblico.
Los cristadelfianos en los Estados Unidos, y en realidad en el mundo entero, son el resultado directo o indirecto de sus esfuerzos por traer a luz "la Verdad" y difundir hacia otros países las buenas nuevas del "evangelio del reino de Dios"
Aunque el nombre 'cristadelfiano' sólo ha estado en uso desde la guerra civil norteaméricana, todo verdadero creyente del evangelio, en cada generación, es considerado un hermano o hermana en Cristo y, por lo tanto, un cristadelfiano, aunque él o ella hayan vivido antes de que se usara por primera vez este nombre. Los discípulos de Cristo en el primer siglo, y todos desde entonces, e incluso antes de ese tiempo, todos los que han "andado en la fe de Abraham" eran cristadelfianos (es decir, hermanos en Cristo) tanto como cualquier fiel seguidor del Señor Jesucristo en el presente.
Antes y después de la Guerra Civil los cristadelfianos en todas partes de los Estados Unidos empezaron a predicar las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre del Señor Jesucristo basados en las Escrituras, y la Verdad se difundió desde Maine hasta California, desde el Golfo incluso hasta Canadá, y se establecieron muchas asambleas conocidas como 'Iglesias cristadelfianas'.
El nombre fue adoptado cuando se produjo el estallido de la Guerra Civil en los Estados Unidos que inició en 1861. El doctor John Thomas fue llamado a Freeport, Illinois, donde los hermanos estaban muy deprimidos por el inminente reclutamiento de soldados, ya que sus creencias y convicciones religiosas eran opuestas a la participación en la guerra, pero como en aquel tiempo eran un cuerpo de creyentes que no tenían un nombre que los identificara como 'denominación', los oficiales no los eximirían como lo harían con los cuáqueros y otras sectas. Fue entonces que 1864 surgió el nombre "Cristadelfiano" (del griego Cristo + Adelfos, “Hermanos en Cristo” Col 1:1-2). De este modo, los creyentes llegaron a ser conocidos como cristadelfianos, y tanto las fuerzas Confederadas como la Unión les concedieron exención del servicio militar durante esa guerra por ser “objetores de conciencia” es decir de las personas que debido a sus principios religiosos no prestaban servicio militar.
Los cristadelfianos llaman a sus congregaciones "Ekklesia" en lugar de la palabra inglesa "church". "Ekklesia" es un término griego (ek: "fuera de"; kaleo: "llamar") que se ha traducido como 'iglesia'. La palabra expresa la idea de "una asamblea formada de aquellos que han sido llamados fuera de cierto lugar".
A pesar que tienen diferentes comités en varias partes del mundo cuyo fin es centralizar ayuda y expandir sus creencias, las iglesias cristadelfianas no tienen un cuartel general o una sede central como el resto de organizaciones de este tipo, cada Iglesia en cada localidad es autónoma y se gobierna por un comité de "ancianos" cuyos miembros por lo general son los de más experiencia dentro del grupo de personas bautizadas.
No poseen "Ministros" o "pastores", es una comunidad laica donde las personas que ejercen un cargo dentro de la Iglesia no tienen paga alguna puesto que cada uno sobrevive de su trabajo particular. Cada congregación se costea sus gastos y cada miembro posee un empleo que no tiene que ver nada con la organización religiosa.
Generalmente las congregaciones son pequeñas por lo que los lazos de hermandad se convierten en una de sus principales fortalezas aunque se registran congregaciones particularmente grandes en Inglaterra, Australia y Norteamérica.
Por principios no participan en política partidista debido a que ellos esperan el día en que "todos los reinos del mundo venga a ser de nuestro Señor" y que algún día Jesús regresará para establecer un Reino eterno sobre esta tierra.
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