Advertencia al apostata que peca deliberadamente

Advertencia al que peca deliberadamente

Por: Dr. Félix Muñoz

"Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios - Heb 10:26-27 (RVR)".

El escritor introduce su cuarta sobrecogedora advertencia. Como en los

casos anteriores, es una advertencia contra la apostasía, aquí descrita como un pecado deliberado. Como se indicado anteriormente, hay considerable desacuerdo entre los cristianos en cuanto a la naturaleza de este pecado. 

El problema, en resumen, es acerca de si se refiere a:

1. Verdaderos cristianos que después se apartan de Cristo y pierden su comunion con El.

2. Verdaderos cristianos que recaen pero que siguen siendo salvos.

3. Los que profesan ser cristianos durante un tiempo, identificándose con una iglesia local, pero que luego se apartan deliberadamente de Cristo. Nunca nacieron de nuevo de forma verdadera, y ahora nunca podrán.

Sea cual sea el punto de vista que se mantenga, hay dificultades. El texto demuestra claramente que el tercer punto de vista es el correcto porque es el más consecuente con la enseñanza general de Hebreos y de todo el Nuevo Testamento. Se puede observar que asi es al ver no solo el contexto literario de la carta, sino tambien al hacer su respectivo analisis lexico sintactico del texto expuesto. 

Observando, originalmente expresa: "Si continuamos pecando voluntariamente" (Gr. hekousiös hamartanontön hëmön). Genitivo absoluto con el participio presente activo de hamartanö, participio circunstancial aquí con un sentido condicional. Después de haber recibido (meta to labein). «Después de la recepción» (caso acusativo de lambanö). Un Conocimiento (epignösin). O «Pleno conocimiento», como en Heb 6:4s. Ya no queda más (ouketi apoleipetai). Mejor dicho «queda atrás» (Como en Heb 4:9), porque uno ha renunciado al solo y único sacrificio por el pecado que quita y puede quitar el mismo (10:1–18). Esto da a entender una persona que rechaza conscientemente el unico medio de limpieza divina.

Por ello sigue diciendo: "Expectación" (ekdochë). Generalmente recepción o interpretación, de ekdechomai (Heb 11:10), sólo aquí en el N.T. y en sentido inusual como en (Rom 8:19, 23, 25), este sentido aparentemente «impuesto por el autor» en base a su empleo en Heb 10:13. Los papiros lo usan en el sentido de interpretación. "Un fuego airado" (puros zëlos). Literalmente: «un celo de fuego». Una ira (celo, celos) marcados (genitivo) por fuego. Lenguaje similar al de Isaías 26:11; Sofonías 1:18; Salmos 70:5. 2 Tesalonicenses 1:8–10 para una imagen similar de condenación preparada para aquellos que negaron la salvacion mediate Jesucristo.

"De consumir" (esthiein). «Comer» (en sentido figurado), A los adversarios (tous hupenantious). Viejo adjetivo compuesto en el N.T. solamente aquí y en Colosenses 2:14. Aquellos que se oponen directamente a Dios y niegan a su Hijo.

Aquí en el versículo 26 se define la apostasía como pecar deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad. Lo mismo que Judas, la persona ha oído el evangelio. Conoce el camino de la salvación; incluso ha pretendido recibirla; pero luego repudia a Cristo de manera deliberada. Para tal persona ya no queda más sacrificio por los pecados. Ha rechazado de manera decisiva y concluyente el sacrificio de Cristo hecho una vez para siempre. Por ello, Dios no tiene otro camino de salvación que ofrecerle.

Hay un sentido en el que todo pecado es voluntario, pero el autor se refiere aquí a la apostasía como un pecado voluntario de extraordinaria gravedad. El hecho de que el autor use la forma de primera persona en plural, «nosotros», no significa necesariamente que se incluya a sí mismo. En el v. 39 se excluye a sí mismo de modo claro, junto a sus hermanos creyentes, de entre aquellos que retroceden para destrucción.

Nada queda sino una horrenda expectación de juicio; no hay esperanza de escapatoria. Es imposible renovar al apóstata a arrepentimiento (Heb 6:4). Se ha cortado a sí mismo consciente y voluntariamente de la gracia de Dios en Cristo. Su porción es un fuego airado que está a punto de consumir a los adversarios. De nada sirve discutir si esto significa un fuego literal. El lenguaje está evidentemente pensado para denotar un castigo terriblemente severo aquellos que intelectualmente se identificaron con una iglesia local, pero que en su vida, fe, practica y doctrina estan contra Dios, es decir, nunca nacieron denuevo.