Dios no te dará más de lo que puedes soportar | Texto fuera de contexto
Por: Justin Burkholder
“No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla”, 1 Corintios 10:13
“Dios nunca te dará más de lo que puedes soportar”. Creo que todos hemos escuchado esta frase en algún momento, usualmente en medio de momentos de sufrimiento. De hecho, muchos han abrazado este concepto asumiendo que Dios les quitará el sufrimiento o el dolor ya cuando lleguen al punto de donde no lo podrán soportar más. La pregunta importante es, ¿qué es lo que nos está diciendo la Biblia aquí?
Malinterpretar este versículo abre la puerta a dos grandes errores. Primero, podemos caer en orgullo. Nos consideramos más fuertes de lo que somos y que somos algo impresionante porque, obviamente tenemos en nosotros mismos la gran habilidad de poder soportar cualquier sufrimiento, aún más de lo que puedan muchos otros cristianos. Por otro lado, definimos lo que somos capaces de “soportar” en base a nuestras emociones o nuestras propias fuerzas. Nos llenamos de una falsa esperanza que Dios nunca dejará que nosotros pasemos por algo que afectará nuestra salud, nuestra familia, nuestras finanzas, etc.
Fortaleza contra la tentación
La pregunta que debemos contestar antes de poder entender este versículo es, “¿A qué se refiere Pablo al usar la palabra tentación?”.
Esta pregunta se puede contestar al ver el contexto de este versículo. Vale recordar una vez más lo importante de entender cada versículo dentro de su propio contexto. Los versículos no son encantamientos mágicos, o un hechizo que podemos usar para mejorar una situación. Cada versículo surge de un argumento que se está desarrollando en las páginas de las Escrituras.
En los versículos anteriores, Pablo está resumiendo parte de la historia de Israel. Él dice en el versículo 5, “Sin embargo, Dios no se agradó de la mayor parte de ellos, y por eso quedaron tendidos en el desierto”. Luego continua explicando por qué es que Dios no se agradó de la mayor parte de ellos: Él explica lo que sucedió para dar un ejemplo, “a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo codiciaron”.
Después de esa introducción, Pablo da una serie de mandamientos o advertencias que tienen que ver particularmente con el pecado:
v. 7 No sean, pues, idólatras, como fueron algunos de ellos…
v. 8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron…
v. 9 Ni provoquemos al Señor, como algunos de ellos Lo provocaron…
v. 10 Ni murmuren, como algunos de ellos murmuraron…
Lo que queda claro es que el pueblo de Israel había rechazado la roca de la que habían bebido. Ellos habían rechazado el pacto que Dios fielmente había guardado, y buscaron satisfacer sus antojos carnales con cosas terrenales.
Después de hablar tan claramente sobre cómo es que cayeron los israelitas en toda forma de pecado, Pablo otra vez explica en 1 Corintios 10:11 que esto sucedió como un ejemplo para nosotros. Para que podamos enfrentar esta tentación de una manera diferente que los demás. Y luego da una gran advertencia en el versículo 12:
Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga.
Pablo está explícitamente diciendo que el que piensa que en sus propias fuerzas puede estar firme contra el pecado, debe tener cuidado de no caer. Pudiera inferir que es solo cuestión de tiempo hasta que caiga. Quizás uno puede luchar contra la tentación por un tiempo, pero si está dependiendo de sus propias fuerzas, el corazón humano siempre caerá a la tentación.
Los corintios —al igual que a los israelitas— estaban enfrentando mucha idolatría. Y Pablo está usando la experiencia de Israel para traer a la atención de los corintios el hecho de que ellos no tienen la fuerza en ellos mismos para enfrentar el pecado. Requiere una fuerza sobrenatural para que enfrentar la tentación del pecado. Y es en ese contexto que Pablo nos escribe la promesa tan bella del versículo 13.
Entendiendo el pasaje línea por línea
No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres…
Es posible que todos caemos en la trampa de pensar que lo que nosotros estamos enfrentando es único. Pablo inicia este versículo explicando que la tentación a la idolatría es común, ya como lo había demostrado en los versículos anteriores. Lo que los corintios estaban enfrentando no fue algún ataque particularmente difícil. La tentación a pecar, a ofrecer sacrificio a los ídolos en vez de a Dios, es una lucha diaria.
Fiel es Dios, que no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar…
Primero, es importante reconocer que todo el contexto de este pasaje se refiere a la tentación hacia el pecado. Se refiere a la tentación de rechazar a Cristo y buscar satisfacer nuestros antojos carnales con cosas terrenales en vez de dejar que Cristo sea suficiente para nosotros. A pesar de lo que se dice comúnmente, el enfoque no es el sufrimiento.
Segundo, Pablo arraiga la promesa de cuánto seremos tentados no en nuestra fuerza, sino en la fidelidad de Dios. Sí, Pablo dice que no seremos tentados mas allá de lo que podemos soportar, pero inicia esa misma frase con el hecho de que Dios es fiel. ¿Fiel a hacer qué? Tal vez unos dirían que Él es fiel a no dejar que seamos tentados mas allá de nuestra habilidad. Sin embargo, yo creo que Dios es fiel en cumplir con todo lo que El ha prometido cumplir, que nos da toda la fuerza necesaria para soportar la tentación. O sea que nuestra fuerza para soportar la tentación viene directamente de la fidelidad de Dios.
Pablo explica en Romanos que Dios ya nos libertó del poder del pecado. Lo que Pablo quiere decir en este versículo es que todo el poder, toda la fuerza para combatir el pecado ya nos lo ha dado Dios en Cristo. Nosotros podemos soportar la tentación porque Dios es fiel en cumplir con todo lo que el ha prometido, no porque nosotros somos fuertes. Él nos dará la gracia para decir “no” al pecado (Tito 2:11-12). Él obrará en nosotros para llevar a cabo nuestra salvación (Filipenses 2:12-13). En el evangelio, Él nos ha dado todo el poder para la salvación, no solo de la pena del pecado, sino también para el poder del pecado (Romanos 1:16, 1 Corintios 1:18). Dios es fiel, y por la fidelidad de Dios todo lo que necesitamos para soportar la tentación nos es disponible.
…sino que con la tentación proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistirla.
Y por encima de todo eso, Dios siempre provee una salida. Él ha provisto la salida de la pena del pecado en la cruz. Él ha provisto la salida del poder del pecado en la cruz. Y Él ha provisto Su Espíritu obrando en nosotros, llevando a cabo la santificación en nuestro corazón. Eso implica que en cualquier momento de tentación, todo lo necesario está disponible.
¡Sí! Serás tentado más de lo que puedes soportar en tus fuerzas, pero nunca serás tentado más de lo que la fidelidad de Dios puede soportar. Él siempre cumplirá con sus promesas. Dios hará en ti todo lo necesario. Te dará siempre el poder para decir “¡NO!” a la tentación. Si caemos, no es porque no lo pudimos soportar: es porque nosotros, al igual que los Israelitas, buscamos satisfacer nuestros antojos carnales con otras cosas terrenales que no son Cristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.