EL DISCURSO SOBRE EL PECADO
Por: Dr. Félix Muñoz
por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios - Rom 3:23 (RVR).
La disponibilidad del evangelio es tan universal como la necesidad. Y la necesidad es universal por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Todos pecaron en Adán; cuando él pecó, actuó como representante de sus descendientes. Pero los hombres no son únicamente pecadores por naturaleza; son también pecadores por práctica. Están destituidos, en sí mismos, de la gloria de Dios.
El pecado es cualquier pensamiento, palabra o acción que quedan cortos de la norma de santidad y perfección de Dios. Es fallar el blanco. Un arquero romano cuya flecha no llegaba al blanco decía: «Oh, he pecado». En su lengua se emplea la misma palabra para expresar el pecado y no dar en el blanco. El pecado es ausencia de ley (1 Jn. 3:4), la rebelión de la voluntad de la criatura contra la voluntad de Dios. El pecado es no sólo hacer lo malo, sino también dejar de hacer lo que uno sabe que está bien (Stg. 4:17). Todo lo que no es de fe es pecado (Ro. 14:23). Esto significa que está mal para el hombre hacer nada acerca de aquello que tenga dudas razonables. Si no tiene una clara conciencia acerca de ello pero sigue adelante y lo hace, está pecando.
«Toda injusticia es pecado» (1 Jn. 5:17). Y el pensamiento del necio es pecado (Pr. 24:9). El pecado comienza en la mente. Cuando es alentado y abrigado, se materializa en forma de acción, y la acción lleva a la muerte. El pecado es a menudo atractivo cuando es contemplado por vez primera, pero repulsivo cuando se mira retrospectivamente. A veces, Pablo distingue entre pecado y pecados. Pecados son las acciones malas que hemos cometido. Pecado tiene referencia a nuestra mala naturaleza es decir, designa lo que somos. Lo que somos es mucho peor que lo que jamás hemos hecho.
Pero Cristo murió por nuestra malvada naturaleza así como por nuestros malvados hechos. Dios perdona nuestros pecados, pero la Biblia nunca habla de que Él perdona nuestro pecado. En lugar de ello, lo que hace es condenar o juzgar el pecado en la carne (Ro. 8:3). Hay también diferencia entre pecado y transgresión. Transgresión es una violación de una ley conocida. Robar es básicamente pecaminoso; es malo en sí mismo. Pero robar es también una transgresión cuando una ley lo prohíbe. «Donde no hay ley, tampoco hay transgresión» (Ro. 4:15). Pablo ha demostrado que todos los hombres han pecado y que continuamente quedan destituidos de la gloria de Dios. Cristo vino a presentar el remedio.
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