Brendan Manning famosamente dijo las siguientes palabras:
“La mayor causa del ateísmo en el mundo hoy día son los Cristianos – que reconocen a Jesús con sus labios, salen por la puerta, y lo rechazan con sus vidas. Eso es lo que un mundo que no cree encuentra difícil de creer.”
Manning no está lejos de la verdad.
¿Qué está haciendo la iglesia de hoy para provocar rebeldía en contra de Dios?
Obviamente, hay muchas razones por la cual una persona rechaza a Dios y estas no son las únicas maneras que la iglesia contribuye a ello. Sin embargo, estas razones son de las primordiales para que la gente rechace la iglesia en búsqueda de alternativas. Éstas son las razones más comunes que hacen que la iglesia no se vea en la mejor luz para aquellos que verdaderamente buscan algo verdadero. Veamos algunas.
#1 – Posturas anti-científicas
Por alguna razón, hay una ideología eclesiástica de que los avances científicos son un ataque a al Cristianismo. A medida que la ciencia avanza, más amenaza la fe.
Hay muchas iglesias que se muestras antagónicas ante la ciencia, provocando que sus miembros cuestionen cosas probadas y confirmadas por los métodos científicos. Si cobijamos a nuestro niños y jóvenes de las verdades científicas, cuando ellos las experimenten por su cuenta, van a creer más en aquel que los expone a ellas que a quién los guardó de ellas. Esto se vuelve un problema cuando la persona que les revela las verdades científicas termina su demostración diciendo: “…y por esto es que Dios no existe.”
Pero esto no es así.
Hay una guerra inexistente e innecesaria entre la ciencia y la religión. Tenemos que exponer a nuestros hermanos en Cristo a las verdades científicas y decirles la clave para entenderlas: “Aunque descubramos que TODA la naturaleza funciona sin necesidad de Dios, no significa que no hay un Dios que la diseñó para que funcionase de esa manera.” De hecho, en VerdadyFe.com le dedicamos una sección entera al estudio de este tema con éste propósito.
La ciencia no es un reto a la existencia de Dios. Como Dios no es algo físico, la ciencia no puede entrar en ese asunto. Por lo tanto, la existencia de Dios no se puede probar ni desprobar por medio de la ciencia. La ciencia puede – y logra – apuntar a la presencia de un Creador, pero el determinar si el Creador está o no va mucho mas allá del alcance de ella.
#2 – Manejo de las Dudas
Una de las maneras más comunes que la iglesia crea ateos es en su manejo y/o su animosidad ante las dudas de sus miembros.
Es un escenario muy común: una persona tiene una duda sobre algún aspecto del Cristianismo y se la lleva – como se supone – a alguno de sus líderes (pastor, maestro, et cétera) y él mismo no sabe la contestación o provee una contestación que, tal vez, no es suficiente como para apagar la duda. Entonces, la reacción hostil del líder ante la duda o la persistencia de la persona provoca una sensación de “La Iglesia no tiene las contestaciones y debo buscarlas en otro lugar.”
Sucede mucho con cuestiones de doctrinas y dogmas que no son necesariamente esenciales a las verdades del Cristianismo. Ha sucedido que le preguntan a un pastor sobre alguna tradición de la iglesia en particular (no necesariamente bíblica o con una contextualización errónea, aunque no mal intencionada), y el pastor se ofende y se siente atacado.
Los líderes deben ser lo suficientemente humildes y sinceros como para manejar la situación con un “no lo sé.” Esto puede abrir una excelente oportunidad de búsqueda y crecimiento espiritual e intelectual – tanto para el que trae la duda como para el que la recibe. La reacción no debe ser: “Porque no, ¡y punto!” Al contrario: ser humilde, sincero y dispuesto a estar equivocado abrirá mucho terreno con esa persona. Es muy diferente decir: “Eso es algo que no me había preguntado antes. Vamos a buscar una respuesta.” a cerrar la posibilidad de llegar a esa persona diciendo: “¡NO PREGUNTES MÁS!” o “Eso no se pregunta.”
Las dudas no son el enemigo de la fe. El teólogo Frederick Buechner lo dice de la siguiente manera:
“Las dudas son las hormiguitas en los pantalones de la fe; la mantienen despierta y en movimiento.”
Y también el famoso C.S. Lewis:
“La sed se hizo para el agua; las dudas para la verdad.”
El Cristianismo tiene contestaciones y nos toca proveerlas (1 Pedro 3:15).
#3 – Énfasis en creer por encima de conocer
Siguiendo en los pasos de lo anterior, muchas veces se utiliza el “¡créelo por fe!” cuando se debería utilizar un “no lo sé”.
El problema de esto es doble.
Primero, esto no es lo que establece la Biblia sobre qué es fe. Utilizar la fe como una excusa para no tener que indagar y confrontar nuestras creencias provoca y fomenta tener una fe ciega. La fe ciega es una “fe” que se basa en nada, cuando la Biblia nos llama a basar nuestra fe en el conocimiento de Dios y su Palabra. Sin embargo, cuando se enfatiza la creencia por encima del conocimiento, entonces la iglesia pierde. ¿Por qué? Platón lo dijo de la siguiente manera:
“El conocimiento es mucho más que creer en lo correcto.”
Y esto nos lleva a lo segundo: El conocimiento incluye creer, por lo cual el conocimiento sobre las cosas de Dios no te aleja de Dios – te acerca a Dios. Cuando enfatizamos anclar nuestras creencias al conocimiento de la Verdad, entonces le ponemos un fundamento firme a nuestra fe.
Las iglesias no deben fomentar la mentalidad de “créelo y ya, por que sí y no cuestiones,” sino la libertad de “ven y pon a prueba y conoce por qué creemos en lo correcto.”
Cómo manejamos los diferentes temas dentro de la iglesia determina sustancialmente la reacción de aquellos que se enfrentan a ellos. Abracemos las dudas, hagamos de la ciencia nuestro aliado y fomentemos el conocimiento dentro de nuestras creencias.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.