¿Qué
es una Secta?: Definiciones Científicas
definición lingüística
De acuerdo con una definición estrictamente lingüística, la palabra secta
(del latín secta) quiere decir “Doctrina enseñada por un maestro y seguida
por sus adeptos. Particularmente la
doctrina y el conjunto de sus adeptos” (Moliner, 1988: 1121).
Ésta es una definición que por general y literalista
prácticamente se utiliza muy poco, ya que es demasiado amplia, pues cataloga
como secta a cualquier ideología, política, social, religiosa, filosófica,
etc., junto con sus seguidores. Ésta podría incluir, por ejemplo, a cualquier
religión, partido político, o partidarios de la filosofía de Kant, Marx o el
psicoanálisis de Freud.
definición histórico-lingüística
Secta: “Doctrina religiosa (y
sus adeptos), que se aparta de la tradicional u oficial”. (Moliner, 1988:
1121).
Ésta es una definición lingüística de uso cultural
que se desarrolló a través de la historia de la civilización occidental. Se
hizo especialmente popular con el dominio cultural del catolicismo romano en
Occidente, y en el Oriente con la Iglesia Ortodoxa.
Conforme el tiempo pasó y la cristiandad llegó a ser
dominante en el mundo occidental, la palabra adquirió
una carga peyorativa fuerte: los
heréticos, los perversos doctrinales, los enemigos de la ortodoxia confesional establecida, eran denominados
secta. De hecho, la etimología griega haíresis, de la cual deriva
originalmente el concepto a las lenguas romances, tiene relación con las
nociones de herejía y de facción.
criterios arbitrarios
Esta definición es, evidentemente, muy limitada, pues se enfoca
exclusivamente en el aspecto religioso y constituye un criterio relativamente
arbitrario para hacer clasificaciones, pues como se vio, según la definición de
uso cultural, secta es: “Una doctrina
religiosa (y sus adeptos) que se apartan de lo tradicional u oficial”. Así, todo lo que no sea religión mayoritaria
o popular, se considerará secta, dependiendo de la cultura y su
tradición religiosa, o de la religión oficial reconocida por el Estado,
dependiendo del país, región, y aun de la época. Algunos ejemplos de esto son
los siguientes: hay países islámicos en los que las minorías religiosas son en ocasiones
catalogadas como sectas. En Rusia,
los católicos romanos son llamados así por algunos sectores de la Iglesia
Ortodoxa. En Inglaterra, los puritanos y
los cuáqueros fueron considerados sectas
en siglos pasados por la Iglesia Anglicana.
En países budistas e hinduistas, las religiones distintas se llegan a
considerar y denominar sectas.
En esta definición, se transfiere completa a las
minorías religiosas que se etiquetan así la connotación negativa que dicho
término ha acumulado a través de la historia. Recordemos, sin embargo, que el
valor simbólico negativo de la palabra secta,
actualmente, abarca no sólo la idea de “error doctrinal”, sino sobre todo, desde hace poco más de dos décadas, se asocia a grupos de conducta peligrosa y antisocial.
el uso de la palabra secta como arma
En este contexto, la palabra secta
se usa como arma para descalificar a priori a “los otros”, los de ideología
religiosa diferente, indistintamente de que su trayectoria social sea inocua o
hasta positiva. Asimismo, se utiliza como falacia de etiqueta, y coloca un estigma que fomenta la intolerancia religiosa, y evita a las
religiones tradicionales mayoritarias —o de Estado— el trabajo de refutar con
argumentaciones serias, las posturas ideológicas de otros grupos que tienen el
mismo derecho de ejercer la libertad de creencia y propagar sus propuestas.
Esta definición histórico-cultural es la más
utilizada en México, a nivel popular y en la mayoría de los medios de
comunicación. Su uso es fomentado especialmente por sectores intolerantes de la
jerarquía católica y ha sido, en buena medida, asimilada pasivamente por la
sociedad.
Aquí cabe señalar que el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, que representa la posición
oficial del Vaticano actualmente, no califica como sectas a las grandes
religiones históricas como el budismo, el judaísmo o el Islam. Las llama
“religiones no cristianas”. Tampoco denomina sectas a las iglesias Protestante, Anglicana u Ortodoxa
Oriental. Los antes llamados herejes y
sectarios, pasaron posteriormente a
ser “los hermanos separados” y hoy el Vaticano, en aras del esfuerzo
ecuménico, los denomina simplemente iglesias y cristianos (Catecismo de la Iglesia Católica:195-202) [1].
definición teológica
El doctor en religiones comparadas, W. Martín propuso la siguiente
acepción teológica de la palabra secta. “Una secta es un grupo de personas polarizadas alrededor de la
interpretación particular que alguien hace de la Biblia, que incurre en grandes
desviaciones con respecto a las doctrinas primordiales de la fe cristiana...”
(McDowell, 1988:11).
Ésta es una definición utilizada
sobre todo en el ámbito cristiano nominal. Toma como punto de referencia para
hacer clasificaciones las bases teológicas de las creencias. No considera la
antigüedad ni la cantidad de miembros, ni el reconocimiento oficial que en un
país determinado pudiera tener una organización religiosa.
pros y contras
La definición
teológica es válida como instrumento de crítica dentro del ámbito religioso y denominacional y tiene pautas académicas
y doctrinales bien definidas para hacer clasificaciones precisas. También
provee un mecanismo legítimo para alertar a las personas acerca de grupos
religiosos que se autodenominan cristianos, sólo para ganar aceptación social y
hacer prosélitos, mientras que ideológicamente no se apegan a las doctrinas
cristianas históricas, e incluso inculcan ideas totalmente contrarias.
Estrategias
de proselitismo como éstas son definitivamente objetables. Si se analizan con
cuidado, son éticamente equivalentes al fraude a través de una especie de usurpación de personalidad. Esto viola
el derecho al que tiene cualquier persona a la información, para poder decidir
en condiciones equitativas su postura ante una determinada propuesta religiosa.
el mormonismo: un ejemplo de proselitismo poco
etico
Veamos
por ejemplo el caso del mormonismo, una religión que al presente ha corregido
conductas sociales peligrosas que practicó a nivel cupular en sus inicios
(adulterio poligámico legalizado, fraude, sedición e incitación al terrorismo,
entre otros ejemplos). A pesar de dichos cambios, el mormonismo aún se adhiere
a formas poco éticas de proselitismo al ostentarse como una religión cristiana.
Una de las creencias básicas del mormonismo es el politeísmo mientras que, en
cualquiera de sus variantes, el cristianismo es esencialmente monoteísta. El
mormonismo es realmente una religión sincretista que incorpora elementos
clásicos del espiritismo, ocultismo y politeísmo envueltos con una nomenclatura
cristianizada.
El mormonismo, como cualquier otra religión, tiene
libertad para difundir sus creencias, pero al mismo tiempo la gente tiene derecho a saber, antes de decidir
ingresar a dicha religión, cuáles son sus creencias reales, incluida la historia de la organización (esta última suele
ser ocultada o maquillada cuidadosamente especialmente en lo referente a las
relaciones adultero-polígamas de su fundador, Joseph Smith, con más de 80
mujeres, algunas de ellas esposas de sus seguidores). El mormonismo tiene la
libertad de difundir sus creencias, sin embargo, otros sectores sociales tienen
derecho a la libertad de expresión para criticar el ocultamiento deliberado de
información y el hecho de que esta religión trate de obtener aceptación social
utilizando una fachada cristiana, cuando en realidad promueve una religión
politeísta. Aquí es importante remarcar que la libertad de creencia no ampara
contra la crítica pública cuando se engaña deliberadamente a la sociedad. Junto
con la libertad de creencia, coexisten también la libertad de expresión y el
derecho a la información.
Éste es sólo un ejemplo de la aplicación académica
de la definición teológica de secta, y parte de la ética que justifica
su uso como instrumento de crítica en el ámbito religioso.
iv.
definición socio-jurídica
El investigador español José Rodríguez, quien ha sido asesor sobre el
tema de las sectas para diversas comisiones de gobiernos europeos, ha definido
así el concepto, retomando el término secta destructiva que acuñó el
psicólogo social hispano Álvaro Rodríguez:
“Una Secta Destructiva (SD) será
todo aquel grupo que en su dinámica de captación y/o adoctrinamiento, utilice
técnicas de persuasión coercitiva que propicien:
·
“La destrucción
(desestructuración) de la personalidad previa del adepto o la dañen severamente.
·
“El que, por su dinámica vital,
ocasione la destrucción total o severa de los lazos afectivos y de comunicación
afectiva del sectario con su entorno social habitual y consigo mismo.
·
“Y, por último, el que su
dinámica de funcionamiento le lleve a destruir, o conculcar, derechos jurídicos
inalienables en un estado de derecho” (Rodríguez, 1989:31).
Esta definición toma como punto de referencia para
su clasificación la conducta social. Hace énfasis muy particularmente en
aquellos comportamientos grupales que dañan a la sociedad, que violan los
derechos humanos y que destruyen a la persona que es captada por una
organización. Una secta es, según la definición sociológica de Rodríguez,
cualquier organización que propicie esto, independientemente de su ideología,
antigüedad, popularidad o número de miembros.
Esta definición tiene la ventaja de que no se
circunscribe al ámbito
religioso, pues abarca
incluso a subgrupos políticos, psicoterapéuticos, pseudo científicos,
culturales, etcétera.
La distinción destructiva,
añadida al vocablo de secta, puede
ayudar a diferenciar a aquellos grupos que encuadran, por ejemplo, en las
definiciones teológicas, pero que no muestran una conducta
antisocial o peligrosa, de aquellas organizaciones que sí lo hacen.
el sectarismo: ¿un problema
de adicción?
Rodríguez, quien ha sido profesor de sectarismo en la maestría de
adicción a las drogas que auspicia la Universidad Complutense de Madrid, hace
un fuerte énfasis en factores como el entorno social y la susceptibilidad
individual para explicar la captación y dependencia sectaria (Rodríguez, 2000).
De hecho, equipara la pertenencia a sectas destructivas con patologías sociales
como la adicción a las drogas y el alcoholismo. Para Rodríguez[2],
el papel de las estrategias coercitivas y explotativas de la secta destructiva,
per se, no juegan un papel tan relevante como en los análisis de los
psicólogos clínicos y sociales más reconocidos.
definiciones de la psicología social
Michael Langone, doctor en Psicología Clínica y editor de una de las
más prestigiadas revistas científicas que estudian el fenómeno de las sectas,
define así el concepto que analizamos:
“Secta es un grupo o
movimiento, que exhibe una devoción excesiva a una persona, idea o cosa y que
emplea técnicas antiéticas de manipulación para persuadir y controlar (a sus
adeptos); diseñadas para lograr las metas del líder del grupo; trayendo como
consecuencias actuales o posibles, el daño a sus miembros, a los familiares de
ellos o a la sociedad en general” (Langone, 1988:1).
Langone añade después:
“Dado que la
capacidad para explotar a otros seres humanos es universal, cualquier grupo
puede llegar a convertirse en una secta. Sin embargo, la mayoría de las
organizaciones institucionalizadas y socialmente aceptadas, tienen mecanismos
de auto-regulación que restringen el desarrollo de grupúsculos sectarios”
(Langone, ibíd.).
ventajas
de esta definición
Esta definición toma
como punto principal de referencia la
conducta psicosocial (no las
bases teológicas, la tradición o la aceptación oficial del Estado, etc.). Es un
concepto similar al netamente sociológico y tiene las siguientes ventajas.
·
Es amplia. Estudia cualquier
tipo de organización social, no sólo las religiosas, y analiza particularmente
los mecanismos psicológicos de manipulación grupal que utiliza una organización
para reclutar y mantener su membresía.
·
Clasifica con base en hechos observables y comprobables.
·
Responsabiliza a las organizaciones de su manera de interactuar con la
sociedad y ofrece simultáneamente la oportunidad de que un determinado grupo
corrija su conducta y se adapte socialmente, retirándose de tal clasificación,
si hace los cambios necesarios.
·
Elimina la posibilidad de que un grupo se escude en la ortodoxia de su
credo, en la cantidad de sus miembros o en su trayectoria histórica, para
cometer ilícitos.
daño y manipulación: perspectivas
El concepto del Dr.
Langone considera en particular el daño, potencial o actual, que se causa a los
individuos al involucrarse en una organización determinada (en otras palabras,
lleva implícita la noción de secta
destructiva).
La existencia o no de la explotación, de la falta de ética y
transparencia al proselitar, los mecanismos internos de autorregulación y la
presencia de técnicas psicofisiológicas de manipulación, son las variables que
se examinen a fondo antes de catalogar como secta o cult (en
inglés) a una organización.
Aunada a su marco metodológico de análisis, ésta es una de las
definiciones seculares más respetadas en el ámbito de los investigadores
internacionales; sin embargo, tiene algunos puntos débiles, por ejemplo:
·
Puede resultar difícil definir qué es una devoción excesiva.
·
Se necesita conocer muy bien
y aplicar rigurosamente sus criterios de análisis para no etiquetar
injustamente a una organización como secta.
·
Los parámetros son muy técnicos y especializados, y por lo tanto poco
accesibles para la mayoría de las personas, incluso profesionistas.
steve hassan: el enfoque empírico
Steve Hassan, maestro en psicología por el Cambridge College, fue
miembro de los moonies por mucho
tiempo. Actualmente tiene años de experiencia como asesor internacional y
consejero sobre el tema de las sectas
destructivas.
Hassan combina elementos empíricos, que provienen de su pasada
vivencia en la secta Moon, su amplia experiencia en tratar pacientes
provenientes de movimientos religiosos extremistas, y criterios de las ciencias
sociales y la psicología clínica para definir como secta destructiva a
cualquier grupo (religioso o no) que utilice técnicas de control psicológico
para suprimir la personalidad e inhibir el juicio crítico y la libertad de
decisión. Establece cuatro criterios para detectar la manipulación mental.
1)
Control de la conducta.
2)
Control de la información (tanto de aquella que las
personas tienen derecho a saber antes de ingresar a un grupo, como de
información “del exterior”.
3)
Control de las ideas.
4) Control de las emociones (Hassan 1997:2).
aportaciones de la psicología clínica
Por su parte, la Dra.
Margaret Singer, psicóloga clínica y profesora emérita de la Universidad de
California en Berkley, nos ofrece una definición bastante similar a la de
Langone. La misma se basa también en el comportamiento,
no en las creencias de un grupo. En
su obra clásica, analiza seis puntos bastante sofisticados para definir las
técnicas de persuasión psicofisiológica que utilizan las sectas (Ofshe y Singer, 1986).
Una aportación nueva y valiosa de la Dra. Singer es que la secta en sí es constituida básicamente
por la estructura jerárquica y de poder de la organización, no
necesariamente por los adeptos o miembros regulares en sí.
definiciones de la ciencia médica
El Dr. Robert Lifton, eminente psiquiatra y sociólogo, definió en su
obra La reforma del pensamiento y la
psicología del totalitarismo ocho criterios para detectar los legendarios lavados
de cerebro que inmortalizaron algunos filmes de guerra. Su investigación
inicial se basa en las técnicas utilizadas sobre los presos políticos durante
el régimen dictatorial de Mao, en China, para convertirlos bajo coerción a la
ideología comunista (Lifton, 1989).
Actualmente, muchos médicos, psicólogos clínicos y sociólogos, toman
estos criterios como referencia para identificar si un grupo religioso o de
otra índole, instrumenta medidas coercitivas para manipular la conducta de sus
adeptos a través de una estrategia graduada de “reforma de pensamiento”. La
utilización de estas técnicas de coerción
psicológica constituye para muchos especialistas, hoy en día, el criterio
clave para llamar secta a una determinada
agrupación. Secta, esto es, desde la perspectiva de la sociología médica.
los ocho criterios de lifton
A continuación se
enumeran, resumen y ejemplifican los criterios del Dr. Lifton, aplicados al
ámbito de las agrupaciones religiosas:
1. Control de la atmósfera social y de la comunicación humana. Esto implica coartar la
comunicación entre los seres humanos
a los que se desea controlar. Incluye
obstaculizar la comunicación del individuo consigo mismo (por ejemplo, al evitar que éste cuente con tiempo
libre para la reflexión personal).
2. Manipulación mística. Se construyen
premeditada-mente atmósferas “espirituales” que parecen espontáneas,
pero que en realidad son artificiales
y están planeadas y estudiadas para
producir un efecto. La gente interpreta este efecto como una “experiencia espiritual”, al ignorar que fue una
situación prefabricada.
3. Redefinir el lenguaje. Controlar las palabras sirve para controlar las ideas de las
personas. Se adoctrina con conceptos
simplistas. Por ejemplo, clichés que tienden
a desalentar más que alentar el uso de la razón. (V.g. “nadie puede utilizar su razón para alcanzar la iluminación”;
“Sólo los elegidos pueden entender lo que sucede al interior de nuestra
agrupación”).
4. La doctrina es más importante que la persona. No importa
lo que un ser humano esté experimentando en la realidad, la creencia en el dogma es lo
más importante. La creencia del grupo rebasa
la conciencia individual y la integridad, en cuanto a comprobar resultados.
Un ejemplo se da cuando algún grupo proclama que Dios ha realizado milagros de
sanidad, pero se niega a hacer las verificaciones
científicas pertinentes.
Puede ser, incluso, que una persona esté gravemente enferma y se asegure que no
importa lo que se vea, ya está sana. Es más importante sostener el dogma que el bienestar de las
personas y atender a lo que indica la realidad.
5. La ciencia sagrada. Doctrina con el absoluto científico y moral. El dogma es
incuestionable.
6. El culto a la confesión. Manipulación de la confesión pública para romper los límites personales.
Restricciones o prohibiciones a la privacía personal. Por ejemplo, la confesión de faltas o
problemas tiene usos y limitaciones bien definidas tanto en el ámbito
terapéutico como en el eclesiástico. En este caso, se abusa de su uso para denigrar y controlar a las personas a
través de la información obtenida. Se intenta borrar la individualidad para
controlar a las personas en masa.
7. Demandas de pureza inalcanzables. Estándar
inalcanzable de perfección para crear culpabilidad y vergüenza
en los adeptos. La gente es castigada y enseñada a autocastigarse por no
llegar a un ideal que de inicio es
imposible alcanzar.
8. La dispensación de la existencia. El grupo decide quién tiene derecho a existir y
quién no. No hay ninguna alternativa legítima, sino sólo el pertenecer a esa
organización en particular. En regímenes gubernamentales totalitarios, esta
idea es lo que “justifica” la ejecución de disidentes políticos.
Los anteriores mecanismos de manipulación tienen
efectos bien estudiados, tanto psicológicos como en la bioquímica cerebral, para crear estados
de inhibición del razonamiento y alta sugestibilidad para controlar la conducta
de individuos y comunidades.
Robert
Jay Lifton, probablemente el especialista más importante en manipulación y
grupos totalitarios hoy en día, ha confirmado la validez de su modelo de
“reforma del pensamiento” para estudiar grupos religiosos. En 1999, publicó un
amplio análisis sobre la secta japonesa La Verdad Suprema, un libro científico
rigurosamente investigado sobre sectarismos radicales y sus peligros para un
mundo globalizado. De acuerdo con sus conclusiones, lo que llama guruísmo —el
endiosamiento explícito o implícito de un líder religioso— es una constante,
además del autoritarismo y los ocho criterios ya descritos, en movimientos
sectarios contemporáneos extremistas y violentos. El libro del profesor Lifton,
Destroying the World to Save it: Aum
Shinrikyo, Apocaliptic Violence, and the New Global Terrorism, se plantea una definición
equivalente a secta destructiva basada en esos parámetros. Así, se
clasifica como cult a cualquier
agrupación religiosa:
a)
Cuyo líder esté en un estado práctico
de “endiosamiento”[3].
b)
Que practique los
ocho criterios de reforma del pensamiento.
c)
Que explote a sus
seguidores.
El
contenido y ortodoxia doctrinal quedan al margen como criterios valorativos
según estos parámetros.
aportes de la psiquiatría.
El Dr. John Hochman,
profesor de psiquiatría de la Escuela de Medicina de la Universidad de
California en Los Ángeles, publicó en 1990 los resultados de sus
investigaciones, en los cuales ofrece una definición sobre sectas. Retomando el
concepto central de Lifton, añade: “Las
sectas son grupos que utilizan métodos de ‘Reforma del Pensamiento’ para
reclutar y controlar a sus miembros y que
utilizan como herramienta una tríada” (Hochman, 1990:180)[4].
Los tres puntos de la tríada que define lo que es una secta para
Hochman son:
El milagro.
|
Pensamiento
mágico alrededor del dirigente y/o actividades del liderazgo.
|
El misterio.
|
La secrecía, que
oculta la práctica, creencias reales y
agenda del grupo.
|
Por ejemplo, Shoko Asahara, gurú de La Verdad Suprema, en Japón, ofrecía cursos de yoga para
reclutar miembros, pero jamás les decía que su verdadero fin era la formación
de guerrilleros religiosos para
llevar a cabo actos terroristas apocalípticos. Para lograr esto sujetaba a la
gente a un conjunto de técnicas psicofisiológicas de control, sin que ésta
tuviera conocimiento.
La autoridad.
|
Un régimen
autoritario y absolutista que utiliza a las personas para suplir las
necesidades del grupo.
|
la
tríada sinérgica
Cuando esta tríada se
encuentra presente en un grupo, religioso o de otra índole, sus componentes
ejercen un efecto sinérgico; esto es,
cada elemento refuerza al otro en forma recíproca para crear una atmósfera
extremadamente peligrosa que puede desembocar en daños a los procesos de
funcionamiento en la mente de las personas, con sus consecuentes efectos en la
salud en general. El Dr. Hochman
considera que para clasificar a una organización como secta desde la
perspectiva médica psiquiátrica, es indispensable que reúnan los tres puntos anteriormente resumidos.
Una de las aportaciones más significativas del estudio de Hochman es
la importancia que juega la secrecía
para poder manipular la psique colectiva. En la secrecía del misterio hay un ocultamiento deliberado
de información que la gente tiene derecho a conocer para determinar, de manera
libre, a qué tipo de agrupación está ingresando. Cuando existe secrecía, se
deteriora la percepción de los seguidores adoctrinados acerca de la realidad y
verdadera naturaleza del grupo. Esto los vuelve particularmente vulnerables.
En este caso, la gente no presta su consentimiento a participar en la
organización con pleno conocimiento.
Es víctima de una especie de fraude en el cual se convierte en sujeto de
técnicas que alteran la bioquímica cerebral para inhibir su razonamiento
crítico y volverla pasiva y susceptible de ser explotada y dañada.
Finalmente, no podemos soslayar la reflexión médica de Hochman en el
sentido de que las sectas destructivas presentan un problema de salud pública por el
impacto social que tienen. La definición de Hochman sobre lo que constituye una
secta, trasciende aun el ámbito médico, para enriquecer la ética jurídica. Analícese la frase consentimiento con pleno conocimiento y se llegará a la conclusión
de que el espíritu mismo de este principio es el que, al ser violado, da lugar
a la tipificación del delito de fraude en cualquier estado de derecho.
[1] Aprobado
por el papa Juan Pablo II, el 25 de junio de 1992.
[2] La
perspectiva de Rodríguez viene desde la psicología y las ciencias de la
información a través de estudios de campo muy extensos durante 27 años. Sus
aportes al conocimiento del tema de las dinámicas sectarias son innegables. Sin
embargo, coincido con Chomsky en que hay en la psicología una tendencia a
querer abarcar ámbitos fuera de su competencia. En ese sentido, debo disentir
con las posturas filosóficas personales de Rodríguez.
[3] Sería
el equivalente en español a su concepto en inglés de guruism.
[4] Subrayado del
autor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por comentar!
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.