El Espíritu Santo nunca se identifica como madre. En cuanto al origen del espíritu de todo ser humano, la Biblia dice que Dios es el “Padre de los espíritus” (Hebreos 12:9) y que es Dios el que da el espíritu del hombre (Eclesiastés 12:7). No menciona alguna madre de los espíritus.
Entiendo que nosotros pensamos en términos humanos y la concepción de la vida material requiere padre y madre. No obstante, cuando se trata de las obras de nuestro Dios, sabemos que Sus medios no se limitan al sistema humano. “Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía” (Hebreos 11:3).
Muchos preguntan también sobre la palabra griega pneuma. La palabra griega traducida “espíritu” en el Nuevo Testamento es pneuma y es género neutro (ni masculino ni femenino). Es así si se trata del espíritu del ser humano o del Espíritu Santo. Sin embargo, el neutro se refiere solamente al género gramatical, no necesariamente al género personal. Además, “espíritu” en el hebreo es género femenino. Pero nuevamente, esto es el género gramatical, no el género personal o identidad sexual del espíritu. Es la misma palabra cuando se trata del espíritu de un varón como también si se trata del espíritu de una mujer. De modo que este aspecto
No hay indicio alguno en la Biblia que haya un lado femenino de la Deidad. Entiendo que la imagen de Dios a la cual fuimos creados no fue lo físico sino el hecho que Dios sea Espíritu (Juan 4:24) y nosotros también tenemos Su imagen en nuestro espíritu. Sabemos que solamente el ser humano fue creado a la imagen de Dios, no los animales (vea Génesis 1:26,27). Si esta imagen fuera lo físico y tuviera referencia a varón y hembra, no habría distinción marcada entre el ser humano y la gran mayoría de los animales en los cuales también hay varón y hembra. Lo distintivo entre el ser humano y los animales es que solamente el ser humano tiene espíritu que se separa del cuerpo y vuelve a Dios en el momento de la muerte (Eclesiastés 12:7). Además, en Juan 16:13, el pronombre usado con referencia al Espíritu Santo no es ni neutro ni femenino sino masculino: “él os guiará a toda la verdad”. “él” = “ekeinos” en el griego y es pronombre masculino. Lo que todo esto nos revela es que en cuanto a la gramática se refiere, no hay identificación bíblica del Espíritu Santo específicamente como femenino o como masculino.
En la ley de Moisés la Palabra de Dios prohíbe que representemos a Dios en la forma de varón o mujer (Deuteronomio 4:15,16) porque en Su esencia (naturaleza divina) no hay “figura” o “forma” que lo pueda representar (sea varón o sea mujer).
Estaría interesado en saber con qué evidencia bíblica afirman que el Espíritu Santo sea el lado femenino de la Deidad porque en lo personal, no lo encuentro en la Biblia.
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