Algunos, porque están esperando el “avivamiento”, y por tanto, es necesaria esa “unidad” de todos a como de lugar.
Otros porque el “amor” de los cristianos es lo más importante, en detrimento de la verdad y la doctrina, y la práctica de la doctrina.
Y otros, por otros motivos, como por ejemplo, la tibieza, la realidad es que apenas, en términos genéricos, existe el DISCERNIMIENTO en lo que llamamos iglesia, y sin embargo, en estos tiempos, hay que discernir más que nunca, y obrar en consecuencia.
En estos tiempos finales hay que discernir más que nunca
Dados los tiempos, cuando más nos acercamos al final de esta dispensación, el enemigo trabaja más con el fin de “engañar si fuere posible aun a los escogidos” (Mateo 24: 24)
Dice Judas: “Vosotros, amados, tened memoria de las palabras que antes fueron dichas por los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo; los que os decían: En el postrer tiempo habrá burladores, que andarán según sus malvados deseos” (Judas 17, 18).
Hoy en día se levantan muchos burladores, cristianos profesantes, que desde ciertos púlpitos y las emisoras de radio y TV “cristianas” someten al pueblo que les oye a su engaño y manipulación.
Esto concuerda con la enseñanza paulina: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4: 1)
Añade a esta escritura el apóstol: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2 Timoteo 3: 1-5)
Descritos en esas escrituras, vemos que se trata cristianos profesantes, pero que por sus frutos llegan a mostrar que no lo son de verdad. Muchos de ellos solamente gustaron del don celestial (He. 6: 4), pero no experimentaron un nuevo nacimiento (Jn. 3: 3). Otros ni siquiera eso. Son por tanto, objeto fácil del maligno para su uso contra el cuerpo de Cristo.
Por todo ello, nos será imprescindible discernir.
El diablo sabe que le queda poco tiempo. Ahora más que nunca es cuando la Iglesia de Jesucristo debe sacudirse todo polvo de ingenuidad de encima, y ser más sabia y prudente que nunca. Acordémonos de las palabras de Jesús: “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” (Mateo 10: 16)
Así como Dios tiene Sus colaboradores, tal y como leemos a continuación de parte del apóstol Pablo: “Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios” (1 Corintios 3: 9), el diablo emplea a sus colaboradores humanos también para intentar engañar y seducir al verdadero pueblo de Dios. Leemos en 2 Corintios 11: 13-15;
“… falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”.
Estos, a través del engaño, pueden llegar a infiltrarse entre el pueblo de Dios para obstaculizar la obra de Dios, dañando a muchas ovejas. Esta es una realidad más que constatable hoy en día.
Aprendamos a discernir, y hagámoslo conforme a todo el consejo de Dios: la Biblia.
Escrito por: Miguel Rosell Carrillo,
pastor de Centro Rey, Madrid, España.
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