El pastor que no quiso que revelara su nombre el periódico La Gaceta reveló que estaba en la Avenida Luciano cuando fue abordado por dos delincuentes que entraron en su carro para robarle.
Un pastor fue secuestrado en el Centro de Vila Velha en Grande Vitórica, capital del estado de Espírito Santo, en Brasil, la mañana del pasado 10 de agosto. Los delincuentes secuestraron al pastor y su hijo, abordaron su carro y le robaron unos 284 dólares.
El pastor que no quiso que revelara su nombre el periódico La Gaceta reveló que estaba en la Avenida Luciano cuando fue abordado por dos delincuentes que entraron en su carro para robarle.
En el asiento de atrás, estaba su hijo, un bebé de tan sólo dos meses de edad, pero ni siquiera la presencia del infante impidió el acto criminal.
“Les pedí que tuviesen cuidado porque mi hijo estaba atrás. Ellos se sorprendieron al verlo y dijeron que no se hubieran acercado a mí si ellos hubieran sabido que tenía un bebé”, dijo la víctima.
Los secuestradores duraron unos 40 minutos, unos de los criminales se hizo cargo del volante recorrió varias calles del barrio y cuestionó a la víctima sobre su profesión.
“Cuando le dije que era un pastor, uno de ellos dijo que no lo parecía. Me preguntó dónde estaba mi Biblia y me pidió que dijera un versículo.
En ese momento llegó el Salmos 46:10 a mi cabeza, que nos dice: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. El texto llegó a calmarme y saber que el Señor no permitiría que nada le sucediera a mi hijo”, dijo.
Antes de huir con el dinero y el carro, los criminales dejaron al pastor y su bebé en una calle y la víctima tuvo que pedir ayuda a una pareja de ancianos para que le avisaran a la policía del robo. El caso fue registrado en la Delegación de Hurtos y Robos de Vehículos en Victória, según publica G1.
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