¿Todas las Religiones llevan al Cielo?

Hay una parábola de un rey que invitó a cinco hombres ciegos a su palacio. Dentro de su palacio, el rey tenía un elefante. Al llegar los ciegos al elefante, estaban perplejos porque nunca habían encontrado tal animal. Luego, cada uno tocó una parte diferente del elefante y comenzaron a describir qué era un elefante.

“El elefante es como una soga,” dijo el ciego que tocaba la cola del elefante.

“Te equivocas,” dijo otro ciego, tocando la pierna del elefante. “El elefante es como un árbol.”

El que tocaba el lado del elefante, corrigió a sus compañeros: “Ambos están errados. El elefante es como una pared.”

“¡Mal, mal, mal, mal! ¡El elefante es como una serpiente!” exclamó el ciego en la trompa del elefante.

“¡Es como una lanza!” dijo el que tocaba los colmillos del elefante.

Comenzaron a pelear entre sí y sus voces estaban tan alzadas que despertaron al rey. El rey se levantó y se asomó por un balcón y miró a los ciegos peleando entre sí, y escuchó sus argumentos. El rey exclamó y demandó silencio. De inmediato los ciegos callaron. El rey habló:

“¿No se dan cuenta que todos están en lo cierto? ¡Todos tienen una descripción correcta del mismo animal!”

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Esta parábola refleja cómo se piensa sobre las diferentes religiones que hay en el mundo. Se piensa que todos tenemos un entendimiento local y relativo de un mismo Dios. Todos estamos en lo correcto, porque todas son partes de lo mismo – por lo tanto todas llevan al Cielo.

Otra manera de verlo más sencillo: Dios está sentado en la cima de una montaña. Todas las religiones son los diferentes caminos que se pueden tomar para llegar.

Sin embargo, esto es un argumento auto-refutante. Como expliqué en una entrada pasada:

Según las diversas religiones, cuando uno muere uno va al Cielo o al infierno. O reencarna. O termina en otro planeta. O van a Valhalla. O se quedan en el suelo donde lo enterraron y no pasa nada. Lo que es ilógico es pensar que todo esto suceda a la vez.

Además he escuchado que todas las religiones son iguales porque tienen las mismas enseñanzas. Todas enseñas sobre amor al prójimo, encontrar paz, hacer el bien, etc. Sin embargo, esto también es un error de retórica. Se le conoce como la Falacia del Medio No-Distribuído y se comete cuando se argumenta que dos cosas (o más) son iguales porque comparten algunas características.

Sin embargo, el hecho de que tú y yo tengamos pelo negro y tez blanca no significa que somos la misma persona.

Enfocarse en las similitudes e ignorar las diferencias entre las religiones es como pensar que una píldora de aspirina y una píldora de veneno son exactamente lo mismo porque las dos son píldoras.

De seguro, estarás pendiente a las diferencias y te asegurarás que tomas la píldora correcta cuando tienes dolor de cabeza.

Por lo tanto, Dios no está en la cima de una montaña – Él está en el centro de un laberinto. Hay muchos caminos que, tal vez, corran paralelos, pero al final sólo uno llega al centro: Jesús.