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22 ago 2017

7 cosas que el hijo de un pastor necesita de un padre


7 cosas que el hijo de un pastor necesita de un padre


Pastores, su posición es demandante, y esas demandas traen luchas particulares a su familia. La esposa de un pastor lleva una gran carga, pero por lo general ella entra en el ministerio de manera voluntaria. Los hijos de un pastor, sin embargo, son arrastrados por la corriente de la vocación de sus padres. A menudo es una vida de necesidades y luchas sin igual. Estas luchas a menudo se derivan de los fracasos del padre. Esto no es para echar toda la culpa a los pastores de los problemas de sus hijos. Pero es para decirle a los pastores que tienen que trabajar en ser buenos padres.

Mi propio padre ha trabajado mucho en esto. Él tenía sus puntos ciegos y débiles que han sido una fuente de tensión entre él y yo. Pero al día de hoy, a sus 33 años de ministerio pastoral, nunca ha dejado de tratar de ser un mejor padre. A medida que escribía esto pensaba en sus fracasos, sí, pero también pensaba en sus éxitos. Muchos por cierto. También pensé en docenas de conversaciones que he tenido con compañeros, hijos de pastores, sobre tales luchas y sus relaciones con sus padres. Así que mi escrito no es producto de la amargura del corazón o algún deseo de exponer los defectos de un buen hombre. Yo amo a mi papá. Mi deseo es ayudar a evitar ciertas luchas y derrotas de otros pastores y sus hijos.

Entonces aquí les dejo siete aspectos importantes que un pastor puede considerar con el objetivo de ser un buen padre para sus hijos. 
Pastores, su hijo necesita…

1) Un padre, no un pastor

Sí, están llamados a pastorear a su familia, pero los hijos de pastores quieren un papá ⎯alguien que juegue con ellos, los proteja, los haga reír, ame a su mamá, dé abrazos, preste atención, les enseñe cómo construir un presupuesto, como cambiar el aceite y a atrapar una pelota. Queremos amor comprometido y calidez. Queremos un papá que no sea un adicto al trabajo. Es hipócrita llamar a su congregación a tener una vida de evangelismo apasionado, de amor y sacrificio, mientras descuida a su propia familia. Si un agente de hipotecas o vendedor trabaja demasiado con 60 horas a la semana, entonces usted también. Deje el trabajo y esté presente para sus hijos. Sus hijos escupirán sobre su pastorado si se pierden de su paternidad.

2) Conversaciones, no sermones

Los sermones son una manera eficaz de comunicar la verdad bíblica a una congregación, pero no a sus hijos (o esposa). Predicarle todo el tiempo a sus hijos atrofiará la Biblia en sus ojos, la verán como aburrida, y aplastará la pasión que usted está tratando de lograr en ellos. Hable con sus hijos acerca de la Biblia de una manera que sea interesante, aplicable, y conversacional. Ayúdelos a ver a la Biblia como parte normal de la vida. En lugar de dar lecciones, empape su conversación con la cosmovisión bíblica para ayudar a sus hijos a formar sus objetivos de vida. De esa manera van a pensar que ellos también pueden interactuar con este importante libro. Los sermones en casa los separa de la Palabra, pues implica que solo los muy estudiosos la pueden entender.

3) Su interés en sus pasatiempos

Jonathan Edwards puede ser su héroe, o Seth Godin su musa, pero a su hija de primer grado no le importa mucho. Su lenguaje de amor es jugar Barbies y bailar. Su hijo quiere construir un fuerte de Legos, vencerlo en Xbox, o aprender jugadas de su deporte favorito. Sus aficiones son sólo suyas, pero el grado en que se involucra en los intereses de sus hijos habla de de un amor que los impacta.

4) Ser estudiado

Es más difícil poder compartir tiempo con los niños a medida que crecen. Así que dedique tiempo a estudiarlos así como estudia su léxico griego. Ellos son más importante, al fin y al cabo. ¿Su hijo que esta en secundaria agradecería salir a comer pizza con usted o acomodarse en el sofá y ver el fútbol de la universidad un sábado por la tarde? ¿Quiere su hija adolescente que la lleve de compras o a tomarse un café? Tal vez ellos no quieren recreación sino ayuda. Así que hable acerca de los desafíos que están teniendo con sus amigos, o de los problemas de álgebra, o cualquier otra cosa que les esté presionando. Aprenda estas cosas, incluso aunque le parezca que no hay respuestas correctas. Los adolescentes son difíciles; tratan a los padres como si fueran idiotas todo el tiempo. Pero estos actos, cuando se hacen constantemente, se multiplican. Muéstreles un patrón para que cuando sus hijos terminen de pensar que usted es un idiota, ellos puedan tener un camino para andar con usted.

5) Consistencia de su parte

Nadie puede llamarle hipócrita más rápido que sus niños (y esposa), y nada lo hará perder más terreno en su hogar que esto. Si usted está parado en el púlpito el domingo y habla acerca de la gracia después de haber pasado viernes y sábado quejándose de su familia, la gracia se verá muy barata y poco atractiva para su hijo en la segunda fila. Sin embargo, si usted trata a su hijo como si usted necesitara de su gracia y su perdón por su terrible actitud, puede abrir una puerta a la gracia de Dios. (Y el uso de frases como “tuve una actitud horrible” suena más específico al momento de pedir disculpas).

Si usted actúa como el gran pastor en el púlpito, pero como un asalariado aislado en su casa, sus hijos verán la iglesia y todo lo que conlleva como una farsa. Si usted anima a los demás a que lleven una vida de alegría, pero es queja constantemente, o exhorta a su gente a llevar una vida de sacrificio, pero es perezoso, nadie se dará cuenta más rápidamente que los de su casa. Para su familia, sus interacciones con Dios y con ellos son mucho más importantes que sus sermones dominicales.

6) Gracia al fallar

Los pastores hablan mucho acerca de la gracia. Es la base de nuestra salvación y la fuente de nuestra esperanza. Pero cuando llega el momento de la verdad, ¿ofrece suficiente gracia a sus hijos? Los hijos de los pastores sienten una enorme presión por ser “buenos” y tener confianza en todas las cosas bíblica. Pero a menudo no somos buenos y a menudo carecemos de confianza en la realidad bíblica. Pecamos y nos asalta la duda como a todos los demás. Pero cuando lo hacemos, el camino a la restauración y la paz a menudo se siente como un viaje imposible de transitar. ¿Se nos permite la misma gracia para fallar y dudar (suponiendo que se predique la gracia de su congregación)?

7) Un solo estándar moral

Una de las gracias que necesitan los hijos de pastores es tener un solo estándar moral. La mayoría de ellos sienten la presión de la profesión sacerdotal de sus padres en sus vidas morales. Las cualidades que debe tener un pastor y un anciano descritas en 1 Timoteo y Tito se sienten como una amenaza: “Si metes la pata, no solo verán mal a tu padre sino que va a perder el trabajo”. Pero esas normas son las mismas que cada cristiano debe tener en cuenta (aparte de la capacidad de enseñar). El papá de nadie más está en riesgo de quedar desempleado si su hijo es rebelde, pero el mío sí. La presión adicional de ser moralmente honrado no ayuda a mi corazón. Crea un ambiente en mi alma en la cual la tentación de rebelarme y la tentación de ser hipócrita luchan con el deseo de honrar a Jesús y a mi papá.

Ustedes han oído que se dijo: Hijos de pastores deberán ser más santos que sus compañeros y sus padres deben criarlos mejor, pero Jesús nos dice a todos: “Sed santos, porque yo soy santo”. Así debe ser.






Este artículo fue publicado originalmente el 5 de noviembre 2012 para The Gospel Coalition. Traducido por Jacqueline Rodriguez.


​Barnabas Piper trabaja en la comercialización y adquisiciones de Moody Publishers en Chicago. Él es el hijo de John Piper.

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Me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos - Jud 1:3 (RVR).

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