En agosto del 2015, el escritor conservador Scott Powell publicó un artículo titulado “Revolución silenciosa”, una reseña histórica de la infiltración de la nueva izquierda en el Partido Demócrata.
Cuenta como el marxismo cultural fue ganando terreno hasta tener candidatos de la talla de Bernie Sanders o Hillary Clinton.
Por otro lado, el veterano Richard Viguerie en su libro “Los conservadores traicionados”, muestra como el Partido Republicano se fue alejando de los principios conservadores del gobierno limitado, los bajos impuestos y los mercados libres.
¿Cuál fue la consecuencia de perder ambos partidos? Que en EEUU el socialismo avanzo sin ninguna resistencia, poniendo en riesgo la estabilidad del país.
Para el año 2014 la deuda del gobierno federal era de US$ 17 billones, un 70% del PIB. El incremento al salario mínimo, decretado por Barack Obama, causó el cierre de 146 mil puestos de trabajo. Las políticas inflacionarias conocidas como “Quantitative Easing” destruyeron el valor del dólar y, paradójicamente, sirvieron para apuntalar a los gobiernos socialistas de Venezuela y Bolivia.
Las universidades y escuelas están secuestradas por la izquierda desde los años 60, y los dogmas del marxismo cultural están presentes en todas las mallas curriculares.
La “American Civil Liberty Union” (ACLU), la asociación homosexual más grande de EEU, tiene una guerra cruenta contra libertad religiosa.
Bajo el paraguas de la “anti discriminación” está organización fuerza a los cristianos a hacer cosas contrarias a sus creencias. En realidad, ACLU es un partido marxista disfrazado de asociación.
Su fundador Roger Baldwin era un declarado admirador de Josef Stalin. Su actual presidente ejecutivo es Anthony D. Romero, quien se declara a favor de la migración indiscriminada, el matrimonio homosexual y la adopción por parte de parejas del mismo sexo, casualmente, los puntos de la nueva izquierda.
La industria del entreteniendo es, más bien, un instrumento propagandista de los dogmas “políticamente correctos”. Ben Shapiro es autor de “Primetime Propaganda; The True Hollywood Story” un éxito en ventas que enseña sobre el sesgo ideológico de las series y producciones de la industria fílmica. Básicamente, cualquier actor o productor que manifieste simpatía por la derecha es condenado al oscurantismo.
Bajo todo el panorama anterior ¿Por qué es importante que Donald J. Trump siga en el poder?
Primero, el multimillonario es la voz de la mayoría silenciosa que durante años vio hundirse su país. Segundo, es el triunfo sobre la izquierda globalista y toda su propaganda. Y tercero, por primera vez en muchas décadas, los conservadores pueden sentirse orgullosos de ser americanos.
Autor: Hugo Marcelo Balderrama.
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