“Una mujer no vestirá ropa de hombre, ni un hombre se pondrá ropa de mujer; porque el que hace estas cosas es abominación al SEÑOR tu Dios". Deuteronomio 22:5
Hollywood celebró los 91 de premios anuales de la Academia. Como era de esperar, las celebridades se alinearon en la alfombra roja con ropa formal de alta moda para la adulación de sus admiradores. Por lo general, las celebridades femeninas acaparan la mayor parte de la atención y presionan por sus atuendos, mientras que sus homólogos masculinos los arrastran con suxedos sin descripción como tantos pingüinos. Sin embargo, este año fue una celebridad masculina, Billy Porter, quien se volvió la cabeza. Porter, un cantante premiado, llevaba un vestido en la alfombra roja y los medios seculares se encendieron con sus elogios.
La cultura de Hollywood es conocida y celebrada por el mundo por cultivar una población de celebridades sexual y religiosamente diversas (o en su caso, adversas). Porter encaja perfectamente en ello. Es una celebridad vocalmente gay y está “casado” con un hombre de negocios llamado Adam Smith. Porter no es ajeno a la alfombra roja. El cantante realizado ha sido galardonado con un Grammy y un Tony. Ambos premios fueron entregados a Porter por su contribución a Kinky Boots , un musical de Broadway sobre drag queens.
En uno de los muchos artículos escritos sobre su vestido de Oscar, Billy Porter recibió vívidamente elogios por su vestido de esmoquin de terciopelo. Este artículo, publicado en Pop Sugar, describe el equipo de Porter que dobla el género como “negocios en la parte superior y magnífico en la parte inferior”. La publicación relacionada de la publicación en Facebook tiene más de cincuenta comentarios, y lamentablemente, muchos son eco de los elogios de su autor.
Una usuaria, Teresa White, comentó: “Cuando vi por primera vez esta imagen, todo lo que pude pensar fue” AAAAMMMAAZZZIINGGG!“ Absolutamente mató a este atuendo. "Otro usuario, Jeanine Russo, escribió: "¿Por qué no? Nadie más lo ha hecho. ¡¡Eso es Hollywood !!” Algunos de los comentaristas, evitando elogios, dijeron lo obvio: Billy Porter estaba buscando atención, intentando llamar la atención.
Porter es el recipiente perfecto para las maquinaciones destructivas de Satanás, golpeando muchos de los desencadenantes sociales que la población estadounidense le gusta debatir: raza, homosexualidad y roles de género. Son estas maquinaciones muy satánicas las que aquellos que de otra manera tendrían una actitud "para cada uno” deben tener en cuenta.
Las acciones de Porter no fueron neutrales para la sociedad a pesar de su declaración de que su bata “no era asunto de nadie” sino de él mismo. La indignante indumentaria de Porter, en el entorno cultural actual, simplemente no es indignante. El travestismo se ha normalizado. Sin embargo, los cristianos no deben presionar el botón de pánico de Jerry Falwell y saltar directamente a la indignación.
Herramienta del diablo o no, Billy Porter es una persona confundida y engañada que necesita desesperadamente el amor y la orientación cristiana. Está tan confundido que usa su perversión y dualidad en las plataformas más famosas. En lugar de alentar y aceptar tal comportamiento, los cristianos deben estar preparados para señalar a aquellos que lo aprueban a Cristo.
Proverbios 31:25 describe: “La mujer virtuosa como quien está vestida con fuerza y dignidad, mirando esperanzadamente hacia el futuro”. Esto difícilmente puede decirse del desfile anual de Oscar de las estrellas de Hollywood semi desnudas que desfilan su inmodestia por la alfombra roja, inundadas por un mar de flashes de cámaras. Entre su número celebrado es ahora un hombre que lleva un vestido.
Tanto las celebridades femeninas como las masculinas se ponen de relieve, esforzándose por modelar la ropa de diseñador más envidiable y realizar posturas sexistas en un esfuerzo por generar imágenes que vendan y ganen reconocimiento. Al final, estos auto promotores promueven poco más que su propia idolatría desalineada. Al igual que las cucarachas que se escabullen de la luz hacia la oscuridad.
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