Jonathan Rowe es el director de St. Michael’s y All Angel’s Church en St. John’s, Canadá.
Su parroquia recientemente votó y aprobó una medida que solicitaría el permiso del Obispo de Eastern Newfoundland and Labrador para “ofrecer el sacramento del Santo Matrimonio a todas las parejas que legalmente tienen derecho a casarse en Canadá…”
El matrimonio gay ha sido legal en Canadá desde 2005, pero la iglesia anglicana aún no ha recibido un permiso generalizado de su sede eclesiástica para permitir que las iglesias individuales se casen con sodomitas.
Por extraño que parezca, Rowe dice que es el discernimiento lo que está llevando a la iglesia a inclinarse hacia el matrimonio gay, y le dice al programa de radio de CBC, On the Go, “La iglesia anglicana no tiene una sola opinión sobre la sexualidad, sobre el matrimonio, pero estamos en una proceso de discernimiento”.
Varias parroquias en Canadá ya están permitiendo el matrimonio entre personas del mismo sexo en las iglesias anglicanas basándose en una aprobación inicial de los cambios, pero técnicamente debe haber dos votos para aprobar la medida. La próxima votación será en julio.
Rowe le dijo al CBC: “No siempre estuve allí, y hay una parte de mí, para mi vergüenza, reconocería que no hace ni 10 años no hubiera estado en el lugar en el que estoy ahora, lista para estar tan afirmativo. La vida cambió”.
La vida bien podría haber cambiado para Rowe. Sin embargo, nuestro Salvador nunca cambia.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre (Hebreos 13:8).
Dios el Padre nunca cambia.
“Porque yo, el Señor, no cambio…” (Malaquías 3:6)
Los estándares de Dios nunca cambian.
“Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que cambie de opinión. ¿Habla y no actúa? ¿Promete y no cumple? (Números 23:19).
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