Rocio Figueroa, es una teóloga de origen peruano que es conocida por su trabajo en contra del abuso sexual. Figueroa afirma que estas situaciones a Jesucristo no le asombran, pues el también fue victima de abuso sexual. Figueroa y su colega David Tumbas exploraron los Evangelios, y descubrieron que durante el arresto, juicio y crucifixión final Jesús sufrió algún tipo de humillación sexual pues tuvo un “despojo forzado”, “Tres veces se vio obligado a quitarse la ropa, y estaba frente a una cohorte de 500 soldados”, dijo. Explicó que era muy común que las autoridades romanas aplicaran este tipo de castigos contra los judíos que estaban atravesando por algún proceso judicial. Cristo no fue la excepción, según Figueroa.
“También era una práctica común crucificar a los prisioneros absolutamente desnudos. La realidad es que Jesús murió desnudo. El objetivo no era solo matar a la víctima, sino también humillar, humillar sexualmente”. “Si vemos a Jesús en su realidad humana, y él mismo sufrió una humillación sexual y sintió lo que una víctima podía sentir, eso es poderoso. También se sintió avergonzado en su cuerpo. Se sintió burlado, se sintió vulnerable, como que siente una víctima cuando su cuerpo está expuesto sin respeto”, dijo concluyendo su investigación. El título de teóloga no le da derecho a esta mujer hacer esta clase de interpretación lo único que busca es confundir. Jesús es Dios y sufrió cruelmente para salvarnos de la maldición del pecado y pagó el más alto precio con su sangre, fue humillado, llevado al matadero como una oveja y murió como un malhechor. Debemos exaltar a Cristo, que está vivo y puede restaurar la vida de todo aquél que haya sido violado. Cristo vive Aleluya!
-Raquel Ferreira de Staub
Fuente: Tiemposprofeticos.org
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