Video: 2020 el Año de las Falsas Profecías

No quiero ser profeta del caos puesto que sabemos que todas las cosas ayudan a bien a los que creen en Cristo Jesús. Pero mientras observo la televisión y leo algunos artículos del primero de enero recibí algunos mensajes que hablan de lo mismo: 'Visión 2020', "Año de Visiones", "Año de Renovación y Claridad"...

Pero como yo veo las cosas, tendremos un año mucho más complicado que el pasado. Año de muchos cambios drásticos pero del aumento de la maldad.

Michael Brown comparte algo similar:

"No estoy reclamando tener una gran visión profética. No creo haber recibido ninguna revelación especial. En mi opinión, solo estoy afirmando lo obvio... En resumen, salvo circunstancias dramáticas e imprevistas, el año 2020 será uno de los años más caóticos, divididos y tumultuosos en la historia de nuestra nación [En referencia a EE. UU.]. También será un año de claridad, ya que veremos personas, grupos y movimientos como realmente son. Todo esto es parte del gran "efecto Trump"... Para explicarlo, fue el ex gobernador Jeb Bush quien etiquetó por primera vez a Donald Trump como el "candidato del caos". Esto, a su vez, llevó al líder evangélico Lance Wallnau a titular su libro más vendido de 2016, Candidato al Caos de Dios: Donald J. Trump y el desentraño estadounidense... Wallnau escribió: "Cuando Jeb Bush se refirió a Donald Trump como el candidato del caos," puede haber estado aprovechando algo más profético de lo que sabía. Estados Unidos ya está en el caos y se dirige a lo que me refiero como el Cuarto Crisol Americano".

Podría continuar opinando acerca de muchas cosas, pero dada la temática de este blog quiero enfocarme en las Profecías, o mejor dicho las "Falsas Profecías" del 2020. Y es que debo decirlo, y tengo que aceptar que este sitio se ha convertido más en un centro de falsas profecías que verdaderas. Eso tiene mucho que ver con el propósito de informarles, nuestro objetivo es no solamente compartir las verdaderas sino también los falsos que andan por allí.

Es increíble cerrar el 2019 con noticias como las del pastor que se sumergió en un balde plástico lleno de agua y luego con un vaso ofrecía a sus fieles beber las aguas porque ellas contenían las bendiciones que emanaban del cuerpo del ministro. ¡Horrible!

Y lo cierto es que debemos esperarnos cosas peores que estas. Incluso John Burton, quien es un falso profeta estadounidense comentó acerca de los disparates proféticos de muchos para este 2020:

"Antes de que todos ustedes, personas proféticas, se activen, comprendan que soy un mega defensor de la profecía legítima. Aunque hay una cultura profética seriamente poco saludable en nuestra nación hoy, Dios todavía está hablando, y necesitamos personas proféticas maduras, rotas y consagradas para transmitir información crítica. Los mensajeros ciertamente deben gritar y despertar a la iglesia en estos tiempos finales. Dicho esto, las tonterías proféticas deben detenerse. Ni una vez he leído o escuchado sobre ninguna profecía para 2020 que incluya juicio, corrección, reprensión o advertencia. Rellenar nuestros rostros espirituales con nada más que pensamientos proféticos felices es, en el mejor de los casos, una locura. En el peor de los casos, sellará el destino de nuestra nación como una que comenzó divinamente y terminó repentinamente bajo la ira de Dios".

Tenemos que ser conscientes que el discernimiento escasea porque escasea la Palabra de Dios en nosotros. La debilidad de la iglesia de nuestro tiempo es que no conoce a su Señor; sí está empapada de todo lo demás que no importa: política, guerra espiritual, prosperidad, sanidades, dones, dinero, proyectos, evangelismo, crecimiento... pero sólo se trata de otras degeneraciones que simplemente carecen de la sustancia más importante, el Hijo de Dios.

Así que ha buscar más de Cristo Jesús este año, entreguémonos a la Iglesia, invirtamos nuestro tiempo en la oración y estudio, busquemos las cosas eternas, sin abandonar la humildad y la humillación ante nuestro Dios, para que Él confíe en nosotros y nos otorgue aquellos privilegios divinos que muchas veces buscamos o deseamos.

¡Feliz Año Nuevo!