A pesar de la profunda crisis provocada por la pandemia del Covid-19 en el país, el gobierno chino sigue aumentando las restricciones para los cristianos.
Mientras que las iglesias en América Latina, España, los Estados Unidos y en casi todo el mundo se mantienen en contacto a través de Internet durante la pandemia del COVID-19, esta estrategia es cada vez más ilegal en China.
El organismo de control Bitter Winter informó el 5 de abril que muy pocas organizaciones, y "solo aquellas que tienen licencias emitidas por el estado", pueden transmitir servicios religiosos a través de internet en China.
"No podemos reunirnos debido a la pandemia", dijo a Bitter Winter un pastor clandestino de la iglesia en la provincia de Jiangxi. "Nuestra primera y única reunión en línea fue bloqueada por el gobierno poco después de que comenzara".
El pastor intentó transmitir un sermón el 9 de febrero a través de una aplicación, pero fue bloqueado.
Ese mismo día, otro pastor de una iglesia en casa, en la provincia de Shandong, también trató de transmitir su culto en línea. "La reunión se detuvo menos de 20 minutos después del inicio", informó a Bitter Winter.
A pesar de ser el país en el que inició la pandemia, el país ya se está reactivando.
"No se permitirá a las organizaciones ni a los individuos transmitir en vivo o emitir actividades religiosas, como orar, quemar incienso, ordenaciones, cantar las escrituras, celebrar misa, adorar o recibir el bautismo en línea en forma de texto, foto, audio o video", dice una ley china de 2018 que prohíbe la transmisión de servicios religiosos a través de internet.
El 23 de febrero, los dos Consejos Cristianos chinos de la provincia de Shandong, aprobados por el gobierno, emitieron un anuncio "exigiendo a todas las iglesias de la provincia que dejaran de transmitir sus servicios de inmediato", informó Bitter Winter.
El 28 de febrero, el Departamento de Trabajo del Frente Unido del distrito de Nanhu en Jiaxing, una organización gubernamental en la provincia de Zhejiang, dijo que investigaría todas las actividades en línea de iglesias las aprobadas por el estado.
Las iglesias en China deben registrarse con el gobierno y unirse ya sea al Movimiento Patriótico de los Tres-Uno o a la Asociación Católica Patriótica China. Pero debido a que estas iglesias aprobadas por el estado enfrentan severas restricciones, millones de cristianos prefieren adorar en iglesias clandestinas ilegales.
Las actividades cotidianas en línea de los cristianos también son monitoreadas.
Los miembros de una iglesia Tres-Uno en la provincia de Henan recibieron un aviso de su pastor en enero exigiéndoles que disolvieran sus grupos en We Chat, una aplicación de redes sociales muy similar a WhatsApp. En febrero, un funcionario de la aldea obligó a un residente cristiano a "cambiar su foto de perfil de la cuenta We Chat" porque contenía una imagen de una cruz, informó Bitter Winter.
Las iglesias y sus miembros tienen prohibido decir algo negativo sobre el gobierno o difundir información sobre la pandemia que no esté aprobada por el gobierno chino.
"La Oficina de Seguridad Pública tiene información sobre todos los miembros de cada grupo de We Chat, y se llevan a cabo inspecciones de la red, especialmente estrictas durante la pandemia", dijo a Bitter Winter un pastor de Shandong.
"Alentados por el gobierno, muchas fábricas y lugares públicos han sido reabiertos, pero los lugares de culto todavía están prohibidos", dijo un creyente de la provincia de Henan. "Las reuniones religiosas están prohibidas y todos los canales de comunicación religiosa están bloqueados".
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