Por alguna razón, el culto a los fanáticos del aborto piensa que alimentarse de bebés muertos no es algo horrible que deba ser criticado y repudiado por la sociedad, sino que debe celebrarse en lo que creen que es arte.
Un artista de cerámica de Singapur que se hace llamar Qimmy Shimmy ha creado un conjunto de arte de cerámica que parece fetos muertos y abortados empaquetados en latas de sardinas, moldeados en fideos de una tonelada o rellenos como huevos y colocados en un plato para exhibirlos.
Cualquier propensión demoníaca dentro de ella que la anime a hacer esto debería hacer temblar el mundo real. Esta es una exhibición horrible de depravación humana. Gente como esta está tan depravada que es incomprensible para la mayoría de los incrédulos en Cristo comprender tal maldad.
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