El movimiento “Solo Jesús”, también conocido como pentecostalismo unitario, o teología de la unicidad, enseña que solo hay un Dios, pero niega la trinidad de Dios. En otras palabras, la unicidad teológica no reconoce a las diferentes personas de la Trinidad; Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tiene varias formas – algunos ven a Jesucristo con el único Dios, quien a veces se manifiesta a Sí Mismo como el Padre o el Espíritu Santo. La doctrina central del pentecostalismo unitario /solo Jesús, es que Jesús es el Padre y Jesús es el Espíritu. Hay un Dios que se revela a Sí Mismo en diferentes “maneras”.
Esta enseñanza de Solo Jesús/pentecostalismo unitario ha estado vigente por siglos, de una u otra forma, como modalismo. El modalismo enseña que Dios se ha revelado a Sí Mismo en tres modalidades o formas en diferentes momentos – a veces como el Padre, otras como el Hijo, y otras como el Espíritu Santo. Pero pasajes como Mateo 3:16-17, donde dos o las tres Personas de la Trinidad están presentes, contradice la visión modalista
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El modalismo fue condenado como herético ya en el siglo II d.C. La iglesia primitiva condenó fuertemente la opinión de que Dios es estrictamente una Persona singular que actuó en formas diferentes en diferentes momentos. Ellos afirmaban que, en base a la Escritura, la tri-unidad de Dios es evidente en que más de un Persona de la Divinidad con frecuencia es vista simultáneamente, y a menudo interactúan una con la otra (ejemplos: Génesis 1:26; 3:22; 11:7; Salmos 2:7; 104:30; 110:1; Mateo 28:19, Juan 14:16). La doctrina del pentecostalismo Unitario/Solo Jesús, es antibíblica.
El concepto de la tri-unidad de Dios, por otra parte, está presente a través de la Escritura. No es un concepto que sea fácilmente comprendido por la mente finita. Y debido a que el hombre quiere que todo tenga sentido en su teología, movimientos como Solo Jesús – por no mencionar a los Testigos de Jehová – regularmente se levantan para tratar de explicar la naturaleza de Dios. Desde luego, esto sencillamente no puede lograrse sin violentar el texto bíblico
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Los cristianos han llegado a aceptar que la naturaleza de Dios no está sujeta a limitaciones que nos gustaría imponerle. Simplemente le creemos cuando nos dice, “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8-9). Si no podemos entender Sus pensamientos y caminos, aceptamos que tampoco podemos comprender Su naturaleza
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