Por: Joshua Enior Jiménez.
¿Está bien escuchar predicaciones de mujeres como Yesenia Then?
Bueno, en primer lugar, permítanme presentar la respuesta con esto: Las mujeres son igualmente capaces, intelectualmente hablando, de ser grandes maestras e instructoras de cualquier disciplina de conocimiento, incluyendo la religión.
Estoy seguro de que esta señora ha estudiado la Biblia y conoce más de ella que la persona promedio, incluso más que muchos hombres que se hacen llamar “ministros”.
Habiendo dicho esto, cuando se trata de la doctrina, la fe y la conducta de Cristianos, la pregunta nunca debe ser únicamente sobre la capacidad o habilidad humana, la pregunta fundamental es siempre, ¿qué dice la Escritura?
Entonces, permítanme formular la pregunta apropiadamente: ¿Qué dice la Escritura sobre el oficio de pastor y la exposición de la palabra a la Iglesia?
– Número 1: Tanto 1 Timoteo 3: 1-7 como Tito 1: 5-16, dan un resumen claro de los requisitos y demandas de cualquiera que desea ser pastor. Y una cosa que saltará explícitamente de las páginas es la siguiente ordenanza: “esposo de una mujer” (1 Timoteo 3:2 y Tito 1:6).
Es decir, la oficina del pastor en la Iglesia es un llamamiento exclusivamente para el HOMBRE. Y esto, no por diseño de hombres, sino por voluntad de DIOS, que es Señor de la Iglesia, ni tú ni yo ni nadie más es Señor de la Iglesia.
Además, no cualquier hombre, sino que, como claramente establecen estos dos pasajes, hombres no divorciados y que tengan su hogar en orden, pues como dice la Escritura, “el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?” (1 Timoteo 3:5).
Así que, de entrada, Yesenia Then y personas como ellas, están descalificadas de la oficina del pastor, no porque sean “incapaces” (como admití al inicio, puede ser que hasta más capacitada esté ella que mucho hombre que se llama “ministro”), sino porque no llenan los requisitos que el mismo Señor ha establecido.
Yesenia Then, número uno, no es hombre, y número dos, es divorciada. Así que, ustedes mismos juzguen según el estándar de las Escrituras.
– Número 2: Muchos dirían: “bueno, está bien, tal vez ella no pueda ser pastora, pero todavía puede predicar y enseñar en la congregación, sería injusto negarle a ella y a mujeres como ella, esto”.
Bueno, una vez más, la cuestión no es una sobre la “capacidad humana”, o incluso sobre la “diversidad” y la “inclusión de género”, eso son los ideales del mundo. En lo que concierne a la Iglesia, el cuidado siempre debe ser, tanto para hombres como para mujeres, conocer y adherirse al orden y el estándar que DIOS mismo ha establecido para la correcta adoración y servicio a ÉL.
Y, ¿qué dice la Escritura sobre la exposición de la doctrina a la asamblea general de hermanos y hermanas? Bueno, veamos lo que dice el Espíritu Santo: “Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio” (1 Timoteo 2:12).
Ahora, por favor, esperen, sé que para muchos de ustedes, especialmente los evangélicos “modernos”, esto puede sonar duro, misógino y sexista. Pero no lo es: es la palabra de Dios y su voluntad para con Su Iglesia. Pregunta: ¿puede un hombre, por más que lo desee, ser madre? ¡No! ¿Por qué no? Simple: porque Dios ha diseñado a las mujeres para que solo ellas sean madres, no los hombres.
De la misma manera: ¿puede una mujer, por mucho que lo desee, convertirse en padre? No, porque solo un hombre puede ser padre. Del mismo modo, en la Iglesia: Dios ha ordenado las cosas de tal manera que la cabeza, al igual que en el hogar, sea el hombre (1 Timoteo 2:13-14 y Efesios 5:23-24). Una vez más: esto no es una cuestión del “malévolo patriarcado” y “opresión femenina”, que por cierto, es la conversación constante y el adoctrinamiento nefasto que nuestros hijos, y nosotros mismos, recibimos en el mundo.
Esto es un asunto del orden de DIOS para su pueblo elegido y para que nosotros diligente y gozosamente cumplamos. Hay muchas y diversas maneras que el Señor permite y alienta a las mujeres a servir y contribuir para la expansión del Reino de los Cielos en la Tierra (*y podemos hablar de ellas en otras publicaciones, ya que es un tema rico y hermoso), pero la oficina del pastor y la labor de enseñar y exponer la Palabra de DIOS a la Iglesia en general, es algo que el Señor le ha encomendado al hombre.
Por último, termino con esto: Cuando la Iglesia se aleja del estándar de DIOS (1 Corintios 14:40) y, según la cultura popular y las filosofías humanas, comienza a establecer su propio orden y forma de adoración (Colosenses 2:8), no solo ofendemos a Dios, sino que al final, pagamos un precio muy alto. Y el precio que paga la Iglesia cuando comienza a escuchar a predicadores(as) como estos, es que son descarriados de la sana doctrina (2 Timoteo 4:3) y son explotados financieramente por ellos (2 Pedro 2:3): y es por eso, que con sus diezmos y ofrendas, ella se pone sus boobies y botox.
Así que, estáis advertidos. En cuanto a mí, cumplí mi parte.
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